- Una investigación llevada a cabo en la Universidad de Navarra, por la bióloga pamplonesa Cristina Razquin, concluye que una dieta rica en aceite de oliva virgen reduce el peso corporal.
- El estudio, que forma parte de una tesis doctoral, corrobora además que la dieta mediterránea aumenta la capacidad antioxidante del organismo.
Los beneficios para la salud de la dieta mediterránea se han visto ratificados con un nuevo estudio realizado en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Navarra. La tesis doctoral presentada por la bióloga Cristina Razquin, que tenía como objetivo medir la influencia de la dieta mediterránea en la adiposidad corporal de una población con alto riesgo cardiovascular, ha confirmado que una dieta rica en aceite de oliva virgen reduce el peso corporal.
Para realizar su estudio, Razquin contó con una muestra de 1.055 sujetos navarros, a los que se cambió su patrón alimentario orientándolos a una dieta mediterránea. Ésta consistió en una alta ingesta de frutas y verduras, así como de cereales no refinados y pescado, y del uso del aceite de oliva virgen como principal fuente de grasas. Además, se recomendó un consumo elevado de legumbres y frutos secos.
El seguimiento de esta dieta mediterránea durante tres años condujo a una mayor capacidad antioxidante del organismo, que se asoció con un menor peso corporal. Asimismo, el análisis nutrigenético reveló que el efecto protector de la dieta mediterránea frente al aumento de peso se incrementa en sujetos predispuestos genéticamente a una mayor ganancia de peso.
Para la bióloga de la Universidad de Navarra, «el hecho de que una dieta mediterránea especialmente rica en aceite de oliva virgen otorgue mayor capacidad antioxidante en comparación con una dieta baja en grasa otorga más peso a la hipótesis de que, en contra de lo que se pensaba, una dieta alta en grasa mono y poliinsaturada es muy beneficiosa para el organismo».
A partir de las conclusiones de su estudio, Cristina Razquin elaboró un póster para el Congreso Europeo sobre Obesidad 2009. El trabajo obtuvo el primer premio concedido por la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO) en la categoría de Prevención y Promoción de la Salud.