- Los niños en edad escolar que seguían clases en las que realizaban ejercicio a diario reducían su prevalencia global de obesidad, mejoraban su capacidad de ejercicio, aumentaban sus niveles de colesterol HDL y reducían su presión sanguínea sistólica.
Madrid (12-5-09).- El ejercicio diario reduce el riesgo de sobrepeso y obesidad en los escolares, según un estudio del Centro del Corazón de la Universidad de Leipzig en Alemania que se ha hecho público durante EuroPRevent 2009, la reunión anual de la Sociedad Europea de Cardiología.
Según explica Claudia Walther, directora del estudio, «está claro que los niños hoy tienen un estilo de vida diferente al del pasado. Son menos activos y nuestra hipótesis era que un aumento en su actividad a través de ejercicios reduciría los riesgos de enfermedad cardiovascular en su vida futura».
En el estudio participaban 188 niños en edad escolar con una media de 11,1 años de siete clases de diferentes escuelas que fueron asignados a un programa de ejercicio rutinario en sus escuelas o a las dos lecciones deportivas semanales estándar. El programa de ejercicio suponía ejercicio diario que incluía al menos 15 minutos de entrenamiento de resistencia.
Los resultados del primer año muestran beneficios significativos para aquellos en el grupo de ejercicios diarios: en sólo un año la proporción de niños con sobrepeso y obesos había disminuido del 13 al 9 por ciento pero en el grupo control había aumentado del 11 al 13 por ciento.
Además, la capacidad de ejercicio de los niños también había aumentado en el grupo de ejercicio en un 29 por ciento. De forma similar, los niveles de triglicéridos y de colesterol HDL, así como la presión sanguínea sistólica, habían mejorado entre los niños que hacían más ejercicio.
«Incluso con estos resultados del primer año podemos decir que la actividad física regular tiene un efecto beneficioso sobre la composición del cuerpo, la capacidad de ejercicio y los marcadores de riesgo cardiovascular en los niños», explica Walther. La investigadora añade que el seguimiento durante los próximos 10 a 12 años proporcionará una idea de cómo la modificación del riesgo a esta temprana edad se traduce en beneficios en la vida posterior.
Walther concluye que el resultado más sorprendente era el efecto del ejercicio diario sobre el peso corporal, un efecto que no se había descubierto tan marcado o tan pronto en otros estudios. «Estos son niños normales por lo que no esperábamos una reducción significativa en la prevalencia global de obesidad o exceso de peso».