- Un estudio publicado en el “American Journal of Epidemiology” muestra que los niños de 3 años cuyas madres consumieron gran cantidad de pescado obtuvieron mejores resultados en pruebas de la función cognitiva.
JANO.es, 09 Junio 2008
Los niños de 3 años, cuyas madres consumieron gran cantidad de pescado durante el embarazo, obtuvieron mejores resultados en pruebas de la función cognitiva que los hijos de mujeres que evitaron el pescado, según ha demostrado un estudio de investigadores de la Harvard Medical School (Estados Unidos), que se ha publicado en el “American Journal of Epidemiology”.
Por otra parte, los autores también observaron que la cantidad de mercurio en el organismo de las mujeres aumentó en función de la cantidad de pescado consumido, y que los niños expuestos a niveles más altos de mercurio rindieron peor que el resto en esas pruebas.
Según el equipo, consumir pescado podría aportar mayores beneficios cerebrales a los bebés si las futuras madres consumen especies con bajos niveles de mercurio.
«Las recomendaciones de consumo de pescado durante el embarazo deberían tener en cuenta los beneficios nutricionales de ese alimento y los riesgos potenciales de la exposición al mercurio», manifestaron los investigadores del equipo dirigido por la Dra. Emily Oken.
Grupos que advierten sobre la contaminación con mercurio de ciertos tipos de pescados grandes (atún y pez espada) generaron preocupación sobre su consumo durante el embarazo, destacó el equipo. Por otro lado, el pescado es la principal fuente alimentaria de ácidos grasos omega-3, que son sustancias clave para el desarrollo cerebral temprano.
Para comprender mejor los riesgos y los beneficios del consumo de pescado, el equipo encuestó a 341 madres sobre su ingesta de pescado durante el segundo trimestre del embarazo y le hizo a sus hijos una batería de pruebas de función cognitiva a los 3 años de edad.
En promedio, las mujeres dijeron que habían consumido 1,5 raciones semanales de pescado durante el embarazo. El nivel de mercurio en los glóbulos rojos de las mujeres estaba directamente relacionado con la cantidad de pescado ingerido.
Los resultados de las pruebas infantiles aumentaron según la cantidad de pescado que las madres habían consumido, pero los hijos de las mujeres con más mercurio en el cuerpo obtuvieron peores resultados en las pruebas.
El equipo observó que tener en cuenta los efectos de la exposición al mercurio fortalecía el beneficio del consumo de pescado y viceversa. Los beneficios aumentaron en los hijos de madres que habían comido más de dos porciones semanales.
«El hallazgo de que el beneficio del consumo de pescado aumenta con el control de los niveles de mercurio sugiere que si la contaminación con mercurio no existiera, los beneficios cognitivos de comer pescado serían mayores», explicó el equipo.
«La ingesta materna de pescado reducido en mercurio y la disminución de la contaminación ambiental con mercurio ayudarían a mejorar los beneficios del consumo de pescado», concluyeron los autores.