- Lo revela un estudio realizado entre niños de 8 a 11 años de cuatro comunidades autónomas.
- Un 15% nunca se ha comido una naranja.
- Las espinacas, un alimento poco conocido por los escolares.
El 23% de los escolares de entre 8 y 11 años no ha comido nunca un tomate y el 15% no se ha comido nunca una naranja, según ha revelado un estudio de la Fundación Dieta Mediteráneo que promueve talleres de cocina en las escuelas.
La encuesta para elaborar el estudio se ha realizado por los alumnos de Andalucía, Catalunya, Castilla-La Mancha y Aragón que han participado en los talleres: unos 25.000 en toda España y 2.500 en Barcelona.
Tras elaborar un plato sencillo en la escuela siguiendo unas pautas, los escolares rellenaban una encuesta sobre su experiencia alimenticia, de la que se han sacado datos sobre los alimentos que nunca habían probado en casa. El plato que se les hace preparar en una «ensalada del bosque mediterráneo» compuesta de espinacas, espárragos, tomates, cebolla, naranja, olivas negras, zanahoria, piñones, atún en conserva y una salsa vinagreta hecha con oliva, vinagre y mermelada de frambuesa.
Las espinacas, desconocidas
Las espinacas son el alimento más desconocido por los escolares: uno de cada tres no las ha probado nunca. Otros alimentos desconocidos entre los escolares son la cebolla (el 16,33% no la había probado nunca), la naranja (14,77%), las aceitunas negras (21,43%), la zanahoria (15,87%), los piñones (26,58%) y el atún en conserva (22,66%).
El vicepresidente ejecutivo de la fundación, Francisco Sensat, ha mostrado su preocupación por el alto porcentaje de niños que no han probado elementos de la importancia del tomate o la naranja.
Sensat ha recordado que una alimentación rica en frutas y verduras es básica, junto a la práctica del ejercicio físico, para tener una buena salud, y ha subrayado la necesidad de convencer a los padres de la importancia de la dieta.
Para promover una dieta saludable, la Fundación Dieta puso en marcha hace dos años los talleres infantiles de cocina en las escuelas durante la jornada escolar para enseñar a los menores a identificar los alimentos más importantes.
Tras los talleres, los niños se llevan a casa un maletín con material didáctico que incluye un libro con cincuenta recetas de la dieta mediterránea con el objetivo de concienciar a los padres de la necesidad de seguir estas pautas de alimentación.
Las escuelas, a través de las Ampas, también convocan conferencias a las que invitan a asistir a los padres, conscientes de que cualquier cambio real de hábitos en la alimentación debe empezar en casa.