- Aunque la higiene en la cocina no es un juego, sí es cosa de niños. ¿Lo esencial?
- Los niños son más susceptibles a los agentes insalubres que pueden existir en la cocina.
- Enseñarles unos correctos hábitos de higiene en la cocina asegurará su futura calidad de vida.
Imagen de LaterJay Photography en Pixabay
La cocina es uno de los espacios donde más horas pasan los niños, tanto para comer como para realizar otras actividades como hacer los deberes, pintar o ver la tele. Pero en este espacio también es donde se encuentran muchos focos de contaminación que pueden llegar a afectar a su salud. Hemos de tener en cuenta que los niños son la población más susceptible a los posibles agentes insalubres, puesto que su sistema inmune aún está en formación y es más vulnerable. Esto les hace más propensos a padecer algún tipo de toxiinfección alimentaria causada por las posibles bacterias con las que pueden entrar en contacto.
Los padres son responsables de poner los medios necesarios para evitar el posible desarrollo de bacterias a través de la higiene y la desinfección, especialmente en la cocina. Pero a la vez, es importante enseñar a los más pequeños del hogar unos correctos hábitos de higiene, puesto que es en esta época cuando se conforman sus costumbres y rutinas. Con ello interiorizarán unos correctos hábitos y los mantendrán con mucha probabilidad cuando sean adultos asegurando así su futura calidad de vida.
Consejos para los más pequeños
El Instituto Silestone estas recomendaciones para garantizar que los niños sigan unos correctos hábitos de higiene, tanto en el presente como en su futuro. El Instituto Silestone aporta cuatro principios básicos a enseñarles:
- LIMPIAR: manos, alimentos, cubiertos, platos y encimeras.
- SEPARAR: alimentos diferentes al guardarlos o utilizarlos
- ENFRIAR: el frío no deja crecer a los microbios y los mantiene a raya
- COCINAR: a fondo, el calor destruye los gérmenes y hace que los alimentos sean más seguros.