BioCultura, la feria de productos ecológicos y consumo responsable, abrió ayer sus puertas en Madrid, en Ifema, y se alargará hasta el domingo. Son 4 días de intensísima actividad comercial y activista. Para Ángeles Parra, la directora de la feria, está claro que “la ciudadanía quiere votar notoriamente por lo ‘bio’. Los españoles y españolas están cansados de que la clase política no sea capaz de actuar en temas tan urgentes como una alimentación contaminada o la crisis climática. Ante esa inercia negativa de nuestros políticos, la ciudadanía se expresa con su carro de la compra. Se prevee una asistencia masiva a BioCultura.
Nutriguia, Noviembre 2019
Los pasillos de la feria con 750 empresas expositoras y las salas donde se desarrollan las 400 actividades paralelas mostrarán ríos de personas que quieren conocer las claves y las soluciones para plantarle cara al cambio climático, a las enfermedades del S. XXI, al mar de plásticos que nos inunda… Para Parra, “tanto éxito tienen las actividades del sector ecológico, que es un sector imparable, como aquellas actividades destinadas a crear consciencia en la ciudadanía. Son las dos caras de una misma moneda. Otro mundo es posible. Y ese otro mundo se manifiesta en BioCultura. Cada vez hay más empresarios y consumidores conscientes. No es marketing verde. No es falsa responsabilidad corporativa. Es consciencia con mayúsculas”.
El sector ecológico está pasando por un momento de esplendor y ese sector saca músculo en BioCultura. No cesan de aparecer nuevas empresas, nuevos productos y las empresas convencionales se están subiendo al carro. “Cada vez es más normal encontrar tiendas, productos y restaurantes ecológicos por todas partes. Y esto va a ir a más. Ya no hay quien lo pare. La gente quiere comer con salud, responsabilidad y sostenibilidad. Nos preocupa el hecho de que las grandes superficies se sumen a este sector sin sentir su esencia y su idiosincrasia. Vamos a velar desde BioCultura para que el crecimiento del sector no se lleve a cabo a costa de su esencia más primigenia”.
Pero en BioCultura no todo es alimentación ecológica. Este año, también muestra un gran crecimiento la ecocosmética y el textil sostenible. Parra señala que “la ciudadanía ha cambiado de chip. Lo primero fue la alimentación, claro. Pero ahora ya llegan otros subsectores afines también muy necesarios. La cosmética convencional contamina nuestros organismos y los ecosistemas. Y la moda sacrifica la Naturaleza y los derechos sociales en pos de un culto al ego que es totalmente enfermizo. La ecocosmética y el textil sostenible plantean soluciones y alternativas y han venido para quedarse. Y en BioCultura tienen cada vez más éxito. Lo que vamos a ver estos días no es más que la punta del icerberg. Gentes de todo el planeta han dicho ¡¡¡basta!!! No quieren ser parte silenciosa de la degeneración sino parte activa en la regeneración”.
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