Cómo organizar un bufé

El bufé es una forma de invitar a la familia y los amigos a una comida o cena informal, que se presta más al diálogo y la animada charla. Puede servirse con los invitados sentados a la mesa, pero también es un excelente recurso cuando no hay suficiente espacio en ésta, o para combinar las dos fórmulas. Los asientos pueden reservarse para las personas más mayores, los niños… o puede alternarse el tiempo en que los invitados permanecen sentados o de pié. Es una buenísima idea para poner en práctica en los espacios al aire libre, en los porches, alrededor de la piscina… en ese caso hay que contar con que la meteorología sea propicia. No obstante también pude organizarse en el interior de un salón. Sólo tienes que seguir estos consejos, si quieres que tu bufé sea todo un éxito.










Todo preparado

  1. Coloca en una mesa aparte, un carrito o mesa auxiliar o bien en el extremo de la mesa (debe ser muy grande) los platos apilados, las copas, los cubiertos y las servilletas.
  2. No pueden faltar los embutidos y entremeses (jamón en lonchas, lomo, salchichón, chorizo…), canapés, patés (haz por ejemplo uno de salmón ahumado y nata líquida o con surimi y salsa rosa), cazuelitas rellenas de ensaladilla, hojaldres rellenos, empanada en tacos… en primer plano. Una estupenda idea es disponer lonchas muy finas de jamón serrano enrolladas en la punta de unos colines largos. También en esa zona deben colocarse las ensaladas de hoja o de vegetales, espárragos con mayonesa…
  3. Una excelente idea para empezar es servir una fuente de ahumados (salmón, trucha…) o bien con salmón marinado, que resulta más económico que los ahumados. Como guarnición situa al lado boles con lechuga cortada en juliana, con pepinillos en vinagre, cebollitas encurtidas y huevo duro picado, para que cada comensal se sirva a su gusto.
  4. El marisco es una estupenda opción, en especial si se trata de una celebración especial: sirve langostinos con mayonesa, salsa rosa o vinagreta, o un salpicón de marisco.
  5. No te olvides de los pasteles o pudines, puedes hacer un pudín de verduras: cocer por ejemplo brécol y coliflor por separado, y batirlos también por separado con huevos (3-4) y nata líquida. Disponer la mezcla batida en un molde de microondas pintado con aceite y espolvoreado con pan rallado y cocer en el microondas al 75 % de potencia hasta que esté en su punto (abrir y comprobar la cocción cada 5-7 minutos). Por otro lado en cuanto a los segundos platos el pastel de pescado siempre es un éxito (puedes hacerlo con 400 g de filetes de merluza, salmón o cabracho, 4 huevos, 1 brick de nata líquida, 1 vasito de tomate frito, sal y pimienta. Cocer el pescado, eliminar cualquier espina y batir con los huevos, la nata, el tomate, la nata, sal y pimienta. Por último, disponer en un molde de microondas pintado con aceite y cocer al microondas a 75% de potencia hasta que esté en su punto (abrir el horno cada 5 minutos y comprobar su cocción, para no pasarnos).
  6. Las frituras son también un buen recurso, sólo hay que tener la freidora dispuesta y con el aceite bien limpio y preparar un surtido de calamares rebozados, gambas con gabardina, croquetas, queso rebozado, empanadillas pequeñas… los congelados, si son de buena calidad, pueden ser muy útiles.
  7. Como plato estrella lo mejor es una carne fría o caliente, porque el pescado se pasa si debemos mantenerlo caliente. Van muy bien el pollo o la pularda rellena con jamón y frutos secos, el redondo relleno, la aleta rellena… cortados en filetes finos.
  8. Colocar en la mesa varios cestillos con pan de distintos tipos: blanco, integral, con pasas y nueces… Y también con tostaditas, regañás, colines, picos…
  9. Imprescindible un gran frutero con fruta de temporada, que puede sustituirse por una macedonia de fruta fresca y en almíbar. Cómo nota dulce pueden elegirse varios helados (de fresa, de chocolate, vainilla…), para que cada comensal se sirva las bolas que desee. Y si se desea alguna tarta. Los helados de tamaño mini son una estupenda opción porque dan una nota dulce y son más que suficiente cuando se ha comido demasiado. Un estupendo broche final es un sorbete de limón y cava, que se hace en unos minutos y resulta muy lucido. Sólo hay que batir bien una botella de cava con 1 litro de helado de limón y servirlo en copas, muy frío.
  10. Los vinos debe elegirlos el anfitrión, según los manjares elegidos. También puede disponerse algún refresco (latas individuales, botellas y botellines o botellas de 2 litros).

Fotos: AR IMAGEN