El medico Interactivo, 23 de Noviembre de 2005
Cuando se cumplen 10 años desde la primera convocatoria del Día de la Persona Obesa, las cifras revelan un alarmante incremento de la incidencia de esta patología en España. En la actualidad la mitad de los españoles padece sobrepeso y el 20 por ciento de la población es obesa en nuestro país. Sin embargo, no se trata de algo que ocurra sólo en nuestro país, sino que la obesidad empieza a adquirir carácter de epidemia en todo el mundo desarrollado.
La preocupación por esta situación ha llevado a la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) a impulsar, un año más, la celebración del X DÍA DE LA PERSONA OBESA.
Con esta jornada, que se celebrará bajo el lema Ponte en marcha contra la obesidad. Habla con tu médico, nos hemos propuesto concienciar a la población general acerca de la importancia de controlar el peso corporal de cara a prevenir la obesidad, según palabras del presidente de la SEEN, el doctor Carlos Diéguez. Nuestra intención -prosigue el también catedrático de Fisiología de la Universidad de Santiago de Compostela- es también llegar al paciente obeso, para hacerle saber que puede contar con el apoyo y la ayuda del médico para afrontar su programa de pérdida de peso con éxito.
En la actualidad, -afirma, por su parte, el doctor Basilio Moreno, presidente de la SEEDO- hay un dato muy preocupante que se suma a la mayor incidencia de la obesidad, y es que el grado de obesidad es cada vez mayor en nuestra población.
Esto significa que los riesgos asociados a esta patología aumentan también proporcionalmente, es decir, es mayor el riesgo cardiovascular, la incidencia de diabetes, de hipertensión arterial, de síndrome de apnea del sueño, de alteraciones reumatológicas, incluso de incidencia de algunos cánceres, etc. en términos generales de todas aquellas enfermedades asociadas a la obesidad. La principal consecuencia de esta situación es que la calidad de vida del paciente se ve reducida, llegando en los casos extremos de obesidad mórbida a limitar al paciente hasta el punto de que le resulte imposible salir de casa o incluso levantarse de la cama, aclara el doctor Basilio Moreno, miembro, a su vez, de la Unidad de Obesidad del Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario Gregorio Marañón.
Abordaje integral
Para estos expertos, el abordaje de la obesidad debe ser integral y multidisciplinar, siendo la opción más idónea prevenir su aparición; cuando el paciente ya es obeso, lo primero es tratar de que consiga controlar su peso mediante dieta y ejercicio y si es necesario con apoyo farmacológico; y sólo en casos puntuales de obesidad mórbida se debe recurrir a la intervención quirúrgica, explica el doctor Moreno.
Por su parte, y como insiste el doctor Carlos Diéguez, la prevención de la obesidad es una responsabilidad de todos, desde los profesores en los colegios a los padres dentro de las familias, pasando por los médicos como referentes de apoyo, sin olvidar las medidas de política sanitaria -como la estrategia NAOS-, son agentes que juegan un papel fundamental a la hora de promover formas de vida saludables que eviten el sobrepeso.
Además, como se recuerda desde estas Sociedades Científicas, la dieta ideal es diferente para cada persona, ya que para adquirir esa idoneidad debe ajustarse a las necesidades personales de cada uno, para que una dieta sea saludable y resulte efectiva debe adecuarse al peso, edad, sexo y características particulares de la persona (si padece diabetes, hipertensión, etc.), algo difícil de conseguir sin la supervisión de un especialista, señala el doctor Basilio Moreno.
Tratamiento farmacológico
Existen ocasiones en las que, además, es necesario aplicar un tratamiento farmacológico complementario, que ayude a la persona en su programa de pérdida de peso.
En este sentido, según un Informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tratamiento farmacológico de la obesidad está indicado en todas aquellas personas cuyo índice de masa corporal (IMC) sea igual o superior a 30, o para aquellas que tienen un IMC entre 27 y 30 y padecen alguna otra enfermedad asociada que puede empeorar el estado de su problema de peso, concluye el presidente de la SEEDO.