- Cenar muy tarde en la noche no tiene los mismos efectos metabólicos que cenar temprano
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Se estima que más de 2.100 millones de adultos en el mundo tienen sobrepeso u obesidad, lo que hace más probable que sufran complicaciones de salud como la diabetes y la hipertensión. Además de la importancia de ceñirse a una dieta equilibrada y realizar suficiente ejercicio físico, en años recientes ha cobrado relevancia la hora a la que se cena, ya que ello, por sí solo, puede tener mayor influencia de lo creído sobre el peso corporal de la persona. Un nuevo estudio ha profundizado en las consecuencias de cenar tarde.
NCYT, Junio 2020
Algunos estudios sugieren que el consumo de calorías por la noche está asociado con la obesidad y el síndrome metabólico. Así, cenar tarde puede contribuir al aumento de peso y a un alto nivel de azúcar en la sangre. La nueva investigación, llevada a cabo por el equipo del Dr. Jonathan C. Jun, de la Escuela de Medicina en la Universidad Johns Hopkins, de Baltimore, Maryland, Estados Unidos, corrobora los resultados de esos estudios previos.
En la nueva investigación, se han obtenido datos reveladores sobre cómo cenar tarde empeora la tolerancia a la glucosa y reduce la cantidad de grasa quemada. El efecto de cenar tarde varía mucho entre las personas debido a factores como por ejemplo su hora habitual de irse a dormir. La biología también interviene y por ello algunas personas pueden ser más vulnerables a los efectos de cenar tarde que otras. «Si los efectos metabólicos que observamos con una sola comida siguen ocurriendo crónicamente, entonces el cenar tarde podría llevar a consecuencias como la diabetes o la obesidad», resume el Dr. Jun.
Jun y sus colegas estudiaron a 20 voluntarios sanos (10 hombres y 10 mujeres) para ver cómo metabolizaban la cena consumida a las 10 p.m. en comparación con la cena a las 6 p.m. Todos los voluntarios se fueron a la cama a las 11 p.m. Los investigadores encontraron que los niveles de azúcar en la sangre eran más altos, y la cantidad de grasa ingerida quemada era menor al cenar tarde, incluso cuando se proporcionaba la misma comida a las dos horas diferentes.
En promedio, el nivel máximo de glucosa después de cenar tarde fue alrededor de un 18 por ciento más alto, y la cantidad de grasa quemada durante la noche disminuyó alrededor de un 10 por ciento en comparación con lo ocurrido tras cenar temprano. «Los efectos que hemos visto en voluntarios sanos podrían ser más pronunciados en personas con obesidad o diabetes, que ya tienen un metabolismo comprometido», explica Chenjuan Gu, de la Universidad Johns Hopkins y miembro del equipo de investigación.
Fuente: NCYT Amazings)