LA RAZON 13 de Junio de 2002
Se trata de una de las bebidas más saludables y la consideran un alimento. está fabricada a partir de cuatro productos naturales que son ricos en vitaminas, fibras y antioxidantes que producen efectos positivos para la salud cuando se consume con moderación. Los cereales y el lúpulo le confieren gran parte de sus propiedades
La cerveza puede considerarse como una mezcla de alimento y bebida que, fundamentalmente, se consume por placer. Se trata de una bebida alcohólica, pero de baja graduación (lo normal son 4,5 grados). Su contenido en calorías es inferior al del zumo de naranja envasado y contiene todas las vitaminas importantes del grupo B, y vitaminas A, D y E. Su principal componente es el agua, que está presente en la cerveza en un noventa por ciento.
Todos los expertos coinciden en que la cerveza posée muchas cualidades saludables. Es una bebida natural, no contiene grasas, aporta vitaminas, minerales y otras sustancias como la fibra. Por eso se puede decir que su consumo moderado se puede incluir perfectamente en una dieta equilibrada.
Pero ¿a qué llamamos consumo moderado? Jesús Román, presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, asegura que la cantidad que se puede consumir depende, como en todos los alimentos del consumidor y del conjunto de su dieta. «La cantidad diaria admisibla está en función de su contenido de alcohol. En general admitimos que, entre 30 y 35 gramos diarios son cantidades máximas diarias para personas sanas y adultas. Esto equivale a dos o tres cañas o botellines para los varones y una o dos para las mujeres».
Efectos positivos
El consumo moderado de cerveza, como el de otras bebidas alcohólicas, tiene efectos positivos para el organismo. Hay estudios que demuestran que disminuye el riesgo de ataques cardiacos y que aumenta lo que conocemos como «colesterol bueno», reductor de las enfermedades cardiovasculares.
También hay estudios que afirman que podría contribuir a retrasar la aparición de la menopausia, pero el profesor Gregorio Varela Moreira, de la Fundación Española de la Nutrición, opina que «todavía hay que trabajar mucho sobre esa hipótesis».
Sin embargo, el mismo profesor Varela asegura que los estudios que indican que el riesgo de enfermedades cardiovasculares es menor en bebedores de cerveza que en otros bebedores «lo publicaban revistas de prestigio y pensamos que esto podría deberse a la actuación del ácido fólico como agente preventivo».
Éstas y otras cuestiones llevaron a Gregorio Varela Moreira a realizar un estudio sobre el contenido de ácido fólico de la cerveza. Esta investigación le llevó a conocer que esta bebida es, efectivamente una buena fuente de ácido fólico.
Previene la anemia
Se trata de una bebida rica en vitaminas del grupo B, en general y en especial rica en folatos (ácido fólico) que son esenciales para el mantenimiento de la vida celular y para la formación de nuevos tejidos. Su carencia origina algunas patologías, la más frecuente de ellas es la anemia.
El doctor Varela explica que la cerveza contiene entre 3 y 5 microgramos de ácido fólico por cada cien miligramos, por lo que «un tercio de cerveza aporta un 10 por ciento de las necesidades diarias» y asegura además que «las vitaminas que otorga a nuestra dieta son altamente utilizables, más que las de un vaso de leche».
Capacidad anticancerígena
La cerveza es, en un 90 por ciento, agua y ésta le proporciona grandes propiedades antioxidantes. Los efectos más destacados de éstos son el retraso del envejecimiento celular, la disminución de riesgo de enfermedades cardiovasculares y la capacidad anticancerígena. Los vegetales de los cuales se fabrica la cerveza los cereales y el lúpulo aportan también una buena cantidad de esos antioxidantes. También actúa como preventivo contra el cáncer debido a la importante cantidad de fibra soluble que aporta. Evita el estreñimiento y disminuye la incidencia del cáncer de cólon.
Otro de los aspectos beneficiosos de esta bebida es su bajo contenido en sodio, lo cual la hace muy adecuada para las dietas hiposódicas. Su importante efecto diurético contribuye también para que sea recomendable en dichas dietas.
Para deportistas
La cerveza cuenta con una cantidad importante de maltodextrinas, una fuente de energía que las convierte en componentes ideales de las bebidas para deportistas. Además, al no tener azúcar no tiene el riesgo de la hipoglucemia que llevan otras bebidas. De modo que la cerveza «sin» puede ser una estupenda bebida isotónica.
Por su parte el lúpulo tiene propiedades medicinales. De hecho se comenzó a utilizar hacia el siglo X por sus propiedades antisépticas. Es, además, un buen protector estomacal.