Los resultados de una investigación efectuada en Japón apuntan a que el té verde y el café pueden ayudar a reducir los riesgos de sufrir un derrame cerebral, especialmente cuando ambos son consumidos de forma regular. Las personas investigadas en el estudio que bebieron diariamente té verde o café tuvieron un riesgo aproximadamente de un 20 a un 30 por ciento menor de sufrir un tipo de derrame cerebral, en comparación con quienes consumieron esas bebidas con poca frecuencia.
NC&T, Mayo 2013
Éste es el primer estudio a gran escala que examina juntos los efectos del té verde y del café sobre el riesgo de sufrir derrames cerebrales.
El equipo del Dr. Yoshihiro Kokubo, del Centro Nacional Cerebral y Cardiovascular de Japón, preguntó a 83.269 adultos japoneses sobre sus hábitos de consumo de té verde y café, y mantuvo un seguimiento de esas personas a lo largo de un promedio de 13 años. El equipo encontró que cuanto más té verde o café bebía la gente, menor era su riesgo de sufrir un derrame cerebral (accidente cerebrovascular o ataque de apoplejía).
Las personas que bebían al menos una taza de café al día tenían un 20 por ciento menos de riesgo de derrame cerebral que quienes raras veces bebían café.
Las personas que bebían de dos o tres tazas de té verde al día tenían un riesgo un 14 por ciento menor de derrame cerebral y las que bebían al menos cuatro tazas tenían un 20 por ciento menos de riesgo, en comparación con quienes raras veces bebían té.
Las personas que bebían al menos una taza de café o dos tazas de té verde al día tenían un 32 por ciento menos de riesgo de hemorragia intracerebral, en comparación con las que raras veces consumían estas bebidas. (La hemorragia intracerebral ocurre cuando un vaso sanguíneo se rompe y sangra dentro del cerebro. Alrededor del 13 por ciento de los derrames cerebrales son hemorrágicos.)
Los participantes en el estudio tenían entre 45 y 74 años de edad, había prácticamente la misma cantidad de hombres que de mujeres, y no padecían de cáncer ni de enfermedades cardiovasculares.
Durante los 13 años de seguimiento, los investigadores revisaron los registros médicos hospitalarios y certificados de defunción de los participantes, recopilando datos sobre enfermedades cardiacas, derrames cerebrales y causas de muerte. También ajustaron sus resultados para tener en cuenta la edad, el sexo y factores del estilo de vida como el hábito de fumar, el consumo de alcohol, el peso, la dieta y la práctica de ejercicios físicos.
El té y el café son las bebidas más populares en el mundo después del agua, por lo que los resultados de esta investigación podrían en principio aplicarse a la población de otros países.
No está claro cómo el té verde influye sobre el riesgo de sufrir derrames cerebrales. Un grupo de compuestos conocido como catequinas podría proporcionar cierta protección. Las catequinas tienen un efecto antiinflamatorio y antioxidante, incrementando la capacidad antioxidante y los efectos antitrombogénicos del plasma.
El café contiene ácido clorogénico, el cual reduce el riesgo de sufrir un derrame cerebral mediante la disminución de las posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2.
Por supuesto, como ocurre con cualquier producto, un consumo excesivo de café o té es perjudicial para la salud, de modo que nadie debería comenzar a beber cantidades ingentes de té o café. Aparte, hay personas con alergias u otros problemas de salud a quienes pueden no sentarles bien estas bebidas.
En la investigación también han trabajado Isao Saito, Kazumasa Yamagishi, Hiroshi Yatsuya, Junko Ishihara, Manami Inoue y Shoichiro Tsugane.