En Nutriguia.com nos hemos embarcado en un viaje en el tiempo, nada menos que en el transatlántico más mítico de la historia, aquel que había sido calificado de insumergible… y que por azar, por la fatalidad, por la confluencia de una serie de hechos de carácter técnico, meteorológicos, humanos…, por muchos fallos que inexplicamente se produjeron a la vez, acabó en el fondo del mar.
El Titanic es una historia de miles de sueños, los de cada uno de sus pasajeros… (2.207, incluida la tripulación). Y Titanic The Exhibition permite adentrarnos en los vestigios que han quedado de muchos de ellos, algunos de sus objetos personales, cartas, postales, joyas, piezas de la vajilla del comedor principal, fotografías… Nos hace revivir una tragedia que permanece escrita para siempre con la tinta indeleble del agua del mar. Es ponerle rostro a la protagonista de la historia de amor que tantas veces hemos visto en la pantalla, y a los músicos, esos héroes, que siguieron tocando mientras el barco se hundía… y a muchos otros pasajeros, incluido alguno español. Para nosotros ha sido un gustazo haber embarcado en esta exposición, que abrió al público el pasadó día 2 de octubre en el Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa, donde permanecerá hasta el 6 de marzo de 2016. ¡Una ocasión única!
La fatídica madrugada del 15 de abril de 1912, a las 23,40 horas, el Titanic se hundió en las gélidas aguas del Atlántico Norte, tras impactar contra un iceberg, llevándose con él la vida de 1495 personas. Cien años después, Titanic the Exhibitión, con más de 200 objetos reales y recreaciones de sus estancias interiores (pasillo de primera clase, estancia y camarote de primera clase, camarote de tercera clase, escalera central…) nos sumergen en un inolvidable viaje al pasado… Bienvenidos a bordo.
Más de dos mil sueños
El pasaje más caro del Titanic, tendría una equivalencia actual de unos 80.000 euros. Las aguas, a las que cayeron numerosos pasajeros estaban heladas, a una temperatura de entre 0 y medio grado bajo cero (las muertes se produjeron más por congelación que por ahogamiento), mujeres y niños tuvieron preferencia en los botes salvavidas, como en ocasiones hemos visto en las distintas películas y series… Entre las numerosas historias, la de Isidor e Ida Straus, por ejemplo, que que subieron al Titanic en Southampton el 10 de abril de 1912, ocupando los camarotes C-55, C56 y C57 junto a su personal. Al producirse el choque con el iceberg el 14 de abril se les dio la posibilidad de embarcar en el bote número 8, dada la edad de Isidor, pero él se negó diciendo «no subiré a ese bote antes que cualquier otro hombre». Su esposa al oirlo dejó también su lugar indicando: «dondequiera que tu vayas, yo voy». Quedando ambos como un ejemplo de valentía y amor. Eran los propietarios de la tienda RH Macy & Co, en New York. O la historia de Edward and Gerda Lindell, pasajeros suecos de tercera clase. Tras la colisión tardaron en enterarse de lo que pasaba, porque debían estar dormidos. Cuando por fín advierten lo que está ocurriendo, ya no quedaban botes salvavidas (que como bien sabemos no había suficientes para todos), por lo que se tiraron al agua. El finalmente pudo subir a un bote, pero ella ya no cabía. Otro pasajero la sujetó por la mano y la mantuvo así todo lo que pudo, en las aguas heladas. Cuando ya no pudo más, Gerda se hundió, pero al soltarse, ya muerta de frío, el anillo que llevaba en su mano saltó al bote, y lo descubrieron después, cuando fueron rescatados… Su marido falleció unas horas después en el bote antes de ser rescatados. Habían estado ahorrando para buscar una vida mejor en América. La mayoría de la gente murió de hipotermia.
Objetos originales y reproducciones
La colección incluye más de 200 objetos originales, muchos de ellos desconocidos hasta ahora por el gran público, y reproducciones del interior del buque de alto valor histórico.
La exposición internacional Titanic The Exhibition, propiedad de la compañía española Musealia, puede visitarse en las instalaciones del Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa del Ayuntamiento de Madrid. La muestra, la más importante y definitiva de cuantas se han realizado hasta la fecha sobre el mítico buque, reúne cerca de 200 objetos originales, algunos de los cuales se exponen por primera vez, desvelando al público historias desconocidas en torno al legendario buque.
Titanic The Exhibition, comisariada por el historiador Claes-Göran Wetterholm, supone toda una experiencia. La muestra propone un viaje emotivo y, sobre todo, muy humano a través de la historia de este icono del siglo XX.
Pasillo de primera clase.
Así, el visitante no solo aprenderá cómo era la vida a bordo del lujoso transatlántico, sino que también se sentirá un viajero más de su travesía inaugural: podrá recorrer un pasillo de primera clase, observar los camarotes de tercera o tocar un auténtico iceberg, de características similares a aquel con el que chocó el RMS Titanic.
Estancia y camarote de primera clase.
Camarote de tercera clase.
Programa cultural y científico
Cabina Marconi.
Paralelo a la exposición en noviembre comenzará un programa cultural y científico, con encuentros temáticos abiertos al público y otras actividades. ‘El Titanic y la literatura’, ‘El cine y el Titanic’, ‘Pecios y naufragios’, ‘La comida del Titanic’ o ‘La memoria del Titanic’ (a la que asistirán parientes de pasajeros del buque) serán las citas que, a partir de noviembre, congregarán a expertos y aficionados a la historia de este transatlántico.
Maqueta del Titanic.
La muestra concluirá su estancia en la capital española el 6 de marzo, para continuar con su gira mundial. Asimismo, durante toda la exposición se organizarán talleres, visitas para centros escolares y recorridos con grupos.
Objetos nunca antes expuestos e historias personales
Anillo original de la pasajera Gerda Lindell.
La muestra incluye más de 200 objetos originales del Titanic recuperados, conservados o relacionados muy estrechamente con el Titanic. Algunos de ellos son expuestos por primera vez al gran público en Madrid tras haber sido restaurados durante meses.
Así pues, algunas de estas piezas, con singulares y trágicas historias tras de sí, son el camisón que la pasajera Carolina Byström llevó puesto durante la noche del naufragio, una valiosísima lista social de pasajeros de primera clase, parte del atuendo del tercer oficial de a bordo o, entre otros, distintos objetos personales y una de las poquísimas sitting cards conservadas hoy en día, pertenecientes al pasajero Malkolm Joakim Johnson.
Joya original, que inspiró la historia del «corazón de la mar.»
Además de estas nuevas incorporaciones a la colección, entre los objetos expuestos se encuentra la joya original que inspiró al cineasta James Cameron para escribir el guión de la oscarizada Titanic (“el corazón de la mar”), las únicas cartas que se conservan escritas por el primer oficial William Murdoch a bordo, el famoso anillo de la pasajera Gerda Lindell o relojes parados a la hora exacta del hundimiento.
La singular historia de «Los calcetines del Titanic»
Visitantes ante la fotografía de la escalera principal.
Malkolm Joakim Johnson viajó como pasajero de tercera a pesar de tener una posición adinerada. Tras años de trabajo en Estados Unidos, este sueco regresó a su país natal con una gran suma de dinero para volver adquirir la granja familiar, que estaba en manos de su padrastro. Al no llegar a ningún acuerdo económico, regresó a bordo del Titanic a Nueva York. Antes de zarpar, le confesó a su hermano que había guardado todos los fajos de billetes en el interior de los calcetines que llevaba puestos, para no levantar sospechas.
Malkolm no logró sobrevivir al naufragio y cuando le entregaron el cuerpo a sus familiares, la documentación mostraba un dato sorprendente: no llevaba calcetines bajo sus botas. A pesar de los trámites que realizó la familia, la fortuna de Malkolm nunca se recuperó. Sin embargo, en su cuerpo se encontró un cuaderno de piel y también la sitting card, documento necesario para poder sentarse a comer durante la travesía. La tarjeta, impresa en varios idiomas, detallaba la ubicación del asiento. Se trata de un objeto de especial relevancia histórica, ya que solo se tiene constancia de tres de estas tarjetas, lo que la convierte en una de las piezas más raras que se conocen en torno al desastre del Titanic y que se podrá ver por primera vez en Madrid.
Entradas: Tarifas y bonificaciones
Las entradas de adulto pueden adquirirse a un precio de 12 € (para
visitas en sábados, domingos y festivos) y de 10 € (de martes a viernes). El público puede, además, beneficiarse de numerosos descuentos y bonificaciones como el pack familiar o la tarifa “5 amigos”. Asimismo, existe una entrada de tarifa reducida para los menores, las personas con discapacidad, estudiantes, titulares de carnet joven, mayores de 65 años, miembros de familias numerosas o personas en situación de desempleo, entre otros colectivos. Además, los lunes será el día visitante con una tarifa general de 6 €.
Quienes acudan a la exposición tienen la posibilidad de hacerse una foto como si fueran pasajeros del RMS Titanic y llevársela de recuerdo (5 €), como hemos hecho nosotros: Adoración Rodríguez y Manuel Zamora embarcando en Titanic The Exhibition, el 27 de octubre de 2015 a las 19.00 horas.
Titanic The Exhibition cuenta con el patrocinio del Banco Sabadell, La Vascongada y Canal Historia.
… Menús del Titanic
Y si inspirados por el espíritu del Titanic quieres probar algún menú, de los que se sirvieron aquella fatídica noche, también puedes, en el Café Colón, donde encuentras dos opciones elaboradas con platos originales de la carta del Titanic:
- Menú diario: Primeros platos: Espaguetis gratinados o Calabacín relleno. Segundos platos: Salmón a la muselina y pepino caramelizado o Pollo salteado a la lyonesa con setas. Postre: Tarta Waldorf.
- Menú Gala: Paté de Foie, Filete de lenguado al curry, Filet Mignon Lili con pastel de patatas, Melocotones en gelatina Chartreuse.