La respuesta a esta pregunta puede haberse obtenido en un estudio reciente en el que sus autores han revisado exhaustivamente datos sobre la relación entre el consumo de alcohol y el peso corporal.
Los datos corresponden a sujetos de diferente edad (desde la adolescencia hasta la vejez), cultura (desde estadounidenses y europeos hasta asiáticos), clase más habitual de bebidas alcohólicas consumidas, y patrón de consumo de éstas.
NCyT, Septiembre 2011
Carmen Sayón Orea, Miguel Ángel Martínez González y Maira Bes Rastrollo, todos de la Universidad de Navarra, España, establecen que, aunque muchos de los estudios revisados parecen contradictorios en sus resultados, la revisión realizada pone de relieve que, como las asociaciones positivas entre el alcohol y el aumento de peso aparecen principalmente en estudios con datos sobre los niveles más altos de consumo, es posible que el efecto de ganar peso, o el aumento de la adiposidad abdominal, se dé mayormente en las personas con un alto consumo de alcohol.
Una segunda conclusión de los autores del nuevo estudio de revisión es que el tipo de bebida alcohólica puede desempeñar un papel más importante de lo asumido en la variabilidad de los efectos del consumo de alcohol sobre el aumento del peso. En ese sentido, por ejemplo, el efecto menos nocivo en el aumento de peso se suele dar entre los consumidores de vino.
La conclusión final del equipo de Carmen Sayón es que por ahora no está claro que el consumo moderado de alcohol sea un factor de riesgo significativo para el aumento de peso. En el caso de quienes consumen mucho alcohol, sí hay más probabilidades de que el éste ejerza ese efecto nocivo en un porcentaje importante de las personas. Por otra parte, cabe la posibilidad de que en el caso particular del vino, un consumo moderado del mismo ayude a impedir los kilos de más en vez de promover el aumento de peso.
Diversos miembros del Foro Científico Internacional de Investigación del Alcohol respaldan la conclusión del equipo de Carmen Sayón de que las investigaciones futuras en este campo deberían orientarse hacia la evaluación de la influencia específica que sobre el peso corporal ejerce cada tipo de bebida alcohólica, teniendo en cuenta los patrones de consumo y, tal vez incluso, incluir en el análisis la propensión de cada individuo estudiado a ganar peso en el pasado.
Los científicos del Foro también están de acuerdo con la conclusión de que los datos actuales no indican de modo inequívoco si el consumo moderado de alcohol hace aumentar de peso; además, los mecanismos biológicos relacionados con la influencia del alcohol sobre el peso corporal todavía no se conocen a fondo.