- Un studio revela que aquellos que consumen una dieta mediterránea completa pueden ver beneficiada su salud con el paso de los años
- La investigación se basó en una muestra de 418 personas a las que se siguió durante cuatro años
Octubre de 2010
Las personas que siguen una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen o con frutos secos tienen un 52 por ciento menos de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, en comparación con aquellos que siguen una dieta baja en grasas vegetales y animales para prevenir enfermedades cardiovasculares.
Así lo afirman los resultados preliminares de un estudio enmarcado dentro del proyecto ‘Prevención con Dieta Mediterránea’ (PREDIMED), impulsado por investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), perteneciente al Ministerio de Ciencia e Innovación.
La investigación, publicada en la revista ‘Diabetes Care’ contó con la participación de 418 sujetos no diabéticos de edades comprendidas entre los 55 y los 80 años, que fueron asignados al azar a tres grupos de intervención previamente definidos: un grupo control al que se le recomendó seguir una dieta baja en grasa, otro con dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen y un tercero a base de dieta mediterránea suplementada con frutos secos.
Tras cuatro años de seguimiento los investigadores españoles, dirigidos por el profesor Jordi Salas, comprobaron que los casos de diabetes eran un 50 por ciento menores en los grupos de dieta mediterránea, algo que «tan sólo se pudo explicar a través de la comida», ya que durante el estudio «no se observaron diferencias en la pérdida de peso entre los tres grupos de intervención ni por la actividad física realizada por los voluntarios».