Dieta mediterránea + nueces… ayuda a reducir el síndrome metabólico

Nuevo estudio publicado en la revista Archives of Internal Medicine

  • Un nuevo resultado del estudio multicéntrico PREDIMED demuestra que la dieta mediterránea suplementada con frutos secos, predominantemente nueces, reduce en un 13,7% el síndrome metabólico y ayuda en su tratamiento y prevención. En la investigación han participado 1.244 personas con riesgo cardiovascular y de edades comprendidas entre los 55 y 80 años.
  • La investigación ha sido realizada por el Dr. Jordi Salas, de la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili (Tarragona) y es de gran relevancia ya que el síndrome metabólico afecta a un 10% de la población activa en España.
  • Las nueces (la mitad de la porción diaria de frutos secos en este estudio) son alimento completo que proporciona nutrientes y minerales esenciales, además de ser más ricas que el aceite de oliva en ácidos grasos Omega-3.

La dieta mediterránea suplementada con frutos secos, básicamente nueces, ayuda a reducir el síndrome metabólico, un conjunto de alteraciones metabólicas que se asocian con la obesidad abdominal, un aumento de la glucosa en la sangre o diabetes, un colesterol HDL (bueno) bajo y una elevada presión sanguínea, todos ellos factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares.

Así lo confirma un nuevo estudio publicado en el último número de la revista Archives of Internal Medicine. La investigación ha sido coordinada por el Dr. Jordi Salas, de la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona y se enmarca dentro del estudio multicéntrico PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea).

Hasta la actualidad, no existía ningún estudio que analizara si la dieta mediterránea, rica en grasas de origen vegetal, podía ser útil para prevenir o tratar el síndrome metabólico, un problema cada vez más acuciante en la sociedad actual: uno de cada tres adultos en España cumple los criterios para sufrir síndrome metabólico, afecta ya a un 10% de la población activa en España y a uno de cada 4 niños con obesidad infantil.

Ante esta situación, los responsables del estudio, decidieron evaluar los efectos de una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva o frutos secos, básicamente nueces, sobre el síndrome metabólico. Durante un año se realizó seguimiento de 1.224 individuos con riesgo cardiovascular y con edades comprendidas entre los 55 y los 80 años.

Síndrome metabólico

Al inicio del estudio el 61,4% de los participantes presentaban síndrome metabólico. Se les distribuyó en tres grupos: el primero recibió consejos sobre una dieta baja en grasas, el segundo recibió educación sobre la dieta mediterránea y se les proporcionó 30 gramos de frutos secos por día (15 gramos de nueces, 7,5 gr. de almendras y otros 7,5 gr. de avellanas), el tercer grupo recibió la misma información y se suplementó su dieta mediterránea con
un litro de aceite de oliva virgen por semana.

Tras un año de investigación, los resultados obtenidos demuestran una mayor reducción de la prevalencia del síndrome metabólico en el grupo que seguía la dieta mediterránea suplementada con frutos secos, básicamente nueces, que en los otros dos grupos. La prevalencia del síndrome metabólico se redujo en un 13,7% entre los individuos del grupo de los frutos secos respecto a un 6,7% en el grupo del aceite de oliva y un 2% en el grupo control.

Por otro lado, en aquellos individuos que al inicio del estudio no presentaban síndrome metabólico, los que siguieron las recomendaciones de dieta mediterránea tendieron a desarrollar menos este síndrome en comparación a los que siguieron una dieta no mediterránea baja en grasa. Los investigadores también comprobaron que aunque el peso de los participantes no varió durante el estudio, en el grupo de los frutos secos sí disminuyó de manera significativa el número de individuos con una circunferencia abdominal elevada, niveles altos de triglicéridos e hipertensión.

Esto, según explican los autores de este trabajo, sugiere la existencia de un efecto beneficioso propio de los frutos secos, especialmente de las nueces, que sería capaz de frenar determinados procesos inflamatorios que se relacionan con el exceso de peso. La evolución del estudio PREDIMED, aseguran los autores, permitirá conocer más datos que respalden esta hipótesis. Las nueces (la mitad de la porción diaria de frutos secos en este estudio) son alimento completo que proporciona nutrientes y minerales esenciales, además de ser más ricas que el aceite de oliva en ácidos grasos Omega-3.

Una investigación a gran escala

El estudio PREDIMED es un ensayo clínico multicéntrico y controlado de intervención dietética diseñado para analizar los efectos de la dieta mediterránea en la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares. Un total de 9.000 pacientes con alto riesgo vascular, de los cuales ya han sido reclutados más de 7.000, son asignados a tres intervenciones: dieta mediterránea con aceite de oliva virgen, dieta mediterránea con frutos secos o dieta baja en grasas. Se espera que el estudio finalice a finales de 2010.

Los primeros resultados del estudio PREDIMED indican que la dieta mediterránea, suplementada con aceite de oliva o frutos secos, básicamente nueces, reduce la presión arterial, el nivel de lípidos y de glucosa en sangre, y la inflamación, además de influir de forma beneficiosa en todos los factores de riesgo que intervienen en las enfermedades del corazón (Annals of Internal Medicine, 2006).

Obtenidos estos resultados, el Dr. Ramón Estruch, coordinador general del PREDIMED; confirma que “es fácil prever que, a la larga, los participantes que siguen la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva o frutos secos mostrarán una reducción del 50% en la incidencia de complicaciones cardiovasculares”

Referenciado