Investigadores del CNIO descubren que un gen anticáncer también combate la obesidad

  • El hallazgo refuerza una hipótesis que está ganando seguidores en los últimos tiempos, y que sugiere que el cáncer, el envejecimiento, y ahora también la obesidad, son manifestaciones de un mismo proceso del organismo

JANO.es, Marzo 2012

Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han descubierto que un gen anticáncer combate también la obesidad. Este sorprendentemente hallazgo, publicado en la revista Cell Metabolism, podría abrir el camino para encontrar nuevas opciones terapéuticas contra el cáncer, pero también contra la obesidad e incluso contra los síntomas del envejecimiento.

Estos avances, logrados tras cinco años de trabajo, refuerzan una hipótesis que está ganando seguidores, y que sugiere que el cáncer, el envejecimiento, y ahora también la obesidad, son manifestaciones de un mismo proceso, que se desarrolla en el organismo a medida que los tejidos empiezan a sufrir más daños de los que son capaces de resarcir los mecanismos naturales de reparación.

Entre estos mecanismos, destaca un grupo de genes a los que, en un primer momento, se identificó por su efecto protector contra el cáncer, y que, según se ha ido viendo posteriormente, también promueven la longevidad, además de desempeñar un importante papel en enfermedades como diabetes o la enfermedad cardiovascular.

El equipo de Serrano se propuso averiguar si el gen Pten, el más potente de estos genes anticáncer, estaba vinculado con la longevidad y, para ello, crearon ratones transgénicos con el doble de proteína Pten. Como se esperaba, estos animales mostraron una mayor resistencia al cáncer que sus compañeros no transgénicos y, además, vivieron de media un 12% más que el resto. No es que los roedores tardaran más en morir de cáncer, sino que aquellos que nunca desarrollaron cáncer también vivieron más tiempo y mostraron menos síntomas de envejecimiento.

Así y todo, la «verdadera sorpresa», según señalan los autores, llegó al ver que los ratones con doble dosis de Pten eran significativamente más delgados -un 28% de media- que el resto, incluso cuando comían más. Asimismo, se mostraban más sensibles a la insulina, lo que limitaba el riesgo de que desarrollaran diabetes, y sus hígados resistían mejor que los normales una dieta rica en grasas.

Grasa marrón

Los autores apuntaron como causa al mayor gasto de energía y trataron de averiguar qué producía este incremento. La respuesta estaba en la grasa marrón, un tipo de tejido que, paradojicamente, ayuda al cuerpo a quemar la grasa acumulada alrededor del estómago. Fue precisamente la capacidad de Pten para activar esta grasa lo que explicaba la delgadez de los ratones que portaban copias extra de este gen. Para averiguar si Pten activaba la grasa marrón, los investigadores se valieron de una molécula sintética (PI3Ki) que inhibe la proteína PI3K del mismo modo en que lo hace Pten.

Serrano cree que, con este descubrimiento, ahora sería posible imaginar «una píldora que active los supresores tumorales o que haga que quememos el exceso de nutrientes».

Fuente: Cell Metabolism(2012); doi:10.1016/j.cell.2012.02.030