Consejos para que tus pies recuperen la belleza perdida

Soportan el peso del cuerpo, nos transportan de un lado a otro, aguantan los calzados más asfixiantes e inadecuados, por las modas y otros convencionalismos. Te indicamos cómo poner solución a los problemas más frecuentes en nuestros pies… Ahora que llegó el momento de descubrirlos… mímalos como se merecen. Y a cada problema… busca una solución. Para que pises con paso firme… ¡Ah! Y no olvides cuidar los pies en todo momento, tanto en verano como en invierno, tener unos pies bonitos y bien cuidados es una carrera de fondo… Debemos incluirlos diariamente o al menos semanalmente en nuestros rituales de belleza.

En la fotografía de la izquierda, pies de un adolescente de 16 años, deportista.

Pies hinchados:

En especial los días de calor extremo o si tienes una profesión que te obliga a pasar de pie muchas horas. La hinchazón puede deberse a una mala circulación o a algún defecto o deformación. Si se te hinchan los pies tanto en invierno como en verano consulta cuanto antes con el especialista, incluso puedes necesitar alguna plantilla especial. Frente a los pies hinchados lo mejor es dormir con los pies en alto, pon algunos cojines en los pies de tu cama o una almohada grande. También funcionan muy bien los baños alternos de agua fría y caliente. También es bueno pedalear 15 minutos al día en una bicicleta estática. Todos ellos son remedios muy eficaces.

Transpiración:

Nada tan molesto como el sudor excesivo en los pies, en especial si se acompaña de olor… Normalmente se debe a calzados inadecuados (sintéticos), bacterias o una higiene insuficiente. Por suerte hay buenos remedios: un baño de pies con productos que ayudan a eliminar el sudor, polvos de ácido bórico en los zapatos, plantillas de carbón activado… Por tanto lo primero es que dejes de usar zapatos sintéticos, recurre a calzados de piel, algodón y esparto (productos naturales). En verano usa calzados abiertos, para que tu piel respire. Caminar al borde de las olas por la playa, es muy bueno para activar la circulación de los pies. Andar descalzos, en especial sobre suelos de madera o moqueta es también un descanso para tus pies.

Callos, durezas y juanetes:

Los callos son formaciones de piel endurecida provocadas por calzados inadecuados. Hay callicidas y parches, para emplear según sus instrucciones. Las durezas se eliminan lavando bien los pies y frotándolas con piedra pómez. Los juanetes deben ser tratados por un médico, que pude proponer incluso operarlos.

Rozaduras:

Son dolorosas y a veces incluso se pueden infectar. Si el calzado que las provoca ha hecho solo unas pequeñas marcas, es suficiente con cambiar de calzado o ponerse unas zapatillas, tras lavarse bien los pies y poner la correspondiente tirita o tiritas. En caso de que se hayan producido ampollas, pequeñas ulceras o heridas hay que lavar muy bien los pies, aplicar un desinfectante (betadine) y evitar ponerse ese calzado de nuevo hasta que la herida esté bien cicatrizada o la ampolla se haya secado por completo. Una rozadura mal curada puede llegar a infectarse.

Uñas encarnadas:

Se produce en los dedos pulgares (gordos) en los que la uña se incrusta en la carne. Son muy dolorosas. Es recomendable acudir al callista, que suele levantar la uña y cortarla de la manera adecuada (en general se emplea anestesia local). Una solución de andar por casa, si todavía no has acudido al callista consiste en lavar en piel en agua caliente hasta que la uña se ablande bien. Después se corta recta y aplicamos betadine en todo el dedo. Lo mejor es acudir al médico para que examine tus pies. La mayoría de las veces las uñas encarnadas se producen por cortarnos mal las uñas de los pies, que deben cortarse siempre en línea recta.

Buenos trucos

  • Si tienes manchitas blancas en la uñas de los pies (y de las manos) es por un déficit de vitaminas A y C, y de zinc en la dieta. Entre otros alimentos te aconsejamos consumir leche, cítricos e hígado.
  • Mejora tus pies con este baño relajante: agua, unas gotas de aceite de eucaliptos, un puñado de sal gruesa y unas gotas de esencia de lavanda. Mete los pies y déjalos unos 10-15 minutos.
  • En la ducha, termina siempre con un chorro de agua fría en los pies: ayuda a deshinchar las piernas y descansa la pesadez en los tobillos.
  • Anda descalza si te es posible y en la arena de la playa (como te comentábamos antes), cerca de la orilla.
  • Duerme con una almohada bajo los pies: ayuda a desinflamar los pies hinchados y los tobillos doloridos.
  • Un buen ejercicio para tus pies: intenta coger un lápiz con los dedos y si lo consigues coger, lánzalo lo más lejos posible. Re pite con el otro pie.
  • Para disimular unos tobillos gruesos, no uses calzados muy abiertos ni muy planos; el defecto se advertirá más y tus tobillos se resentirán.
  • Son preferibles los calzados oscuros, si tu pie es grueso, además disimulan las piernas gruesas; los calzados claros hacen el pie más grueso y ancho.
  • Si tienes empeine alto, utiliza calzados abiertos.
  • Los pies grandes se disimulan con calzados de tacón medio o plano.
  • Si tus piernas son más bien gruesas, no emplees calzados deportivos ni tacones de goma.
  • En verano, para evitar rozaduras puedes espolvorear tu calzado con polvos de talco. Si el calzado es cerrado puedes utilizar medias cortas para el pie (invisibles a la vista).

La pedicura

  • Qué necesitas:








Tijeras especiales para pies, alicates o/y cortaúñas, una lima de cartón y otra de metal de dos caras, palitos de naranjo, piedra pómez y cepillo de uñas. Vemos el paso a paso:

1 Sumergir los pies en agua tibia con jabón y dejar unos 10 minutos.

2 Secarlos muy bien, en especial entre los dedos.

3 Cortar las uñas bien rectas, sin que queden al ras de la piel (esto resulta doloroso). Puedes utilizar alicates, cortaúñas o tijeras, al gusto.

4 Lima las uñas con la lima de cartón y retira las cutículas con los palitos de naranjo (antes de usarlos puede emplear un producto para ablandar las cutículas).

5 Frota la piel con una toalla para que caigan las células muertas.

6 Masajea bien las uñas y los dedos. Si la uña está rugosa puedes pasarle sobre la superficie una lima. Limpiar bien con una toalla, a continuación.

7 Es el momento de pintar las uñas (este año se llevan mucho los azules y los rosas, para las uñas de los pies). Puedes coordinarlas con la uñas de las manos o dejarlas del color que quieras.

8 Pon el separador de dedos o bien una capa de algodón entre los dedos, dale la primera capa de laca o base. La base es imprescindible si las vas a pintar oscuras, para que no pigmente el color de tus uñas, dado que algunos esmaltes penetran.

9 Deja secar bien la primera capa de pintura y a continuación dales otra capa de laca.

10 Deja secar bien al aire o emplea un secador de uñas. Puedes dar una capa de laca transparente, mate o con brillo, de acabado final. De ese modo te durará más la manicura. Si no tienes esta laca de sellado, puedes pulverizar tus pies con una rociada de laca del pelo.

Por último…

Puedes emplear para tu pedicura el… Nuevo kit de accesorios Manicura/Pedicura MicroPedi

Y no lo olvides, ten siempre a mano una buena crema nutritiva o hidratante para tus pies, aplícala de forma regular. ¿Mi consejo? Déjala en tu mesilla de noche y dátela antes de irte a dormir, de ese modo durante toda la noche tus pies recibirán el mejor mimo. Otro momento óptimo es cuando salgas de la ducha, tras secar muy bien tus pies.