Perder, aunque sea poco, es ganar mucho: clave para luchar contra los kilos de más

Se celebra el “Primer debate sobre obesidad y sobrepeso: el problema creciente de la grasa visceral”

 entre periodistas, médicos y farmacéuticos.
  • En nuestra sociedad, la obesidad y el sobrepeso no se perciben como un problema de salud, sino como una cuestión estética.
  • Actualmente sólo existe un medicamento que se vende sin receta médica, alli® (orlistat), aprobado por las autoridades sanitarias para el tratamiento de la obesidad y el sobrepeso.
  • Fuera de este medicamento, la mayoría de los productos que aseguran ayudar a perder peso no son eficaces en la lucha contra la obesidad o el sobrepeso, o no han demostrado su eficacia.
  • En los últimos años se ha descubierto el problema creciente de la grasa visceral, la que recubre los órganos por dentro y que se caracteriza por la presencia de una “tripa dura”, según los expertos.
  • Las autoridades sanitarias pueden contribuir más a la lucha contra esta lacra de la salud pública.

Madrid, 28 de abril de 2010.- La obesidad es un importante problema de salud pública, aumenta el riesgo de enfermedades como el cáncer y las patologías cardiovasculares y es la segunda causa evitable de muerte (sólo por detrás del tabaquismo). Pero, a pesar de la contundencia de estos datos (transmitidos por sociedades médicas y farmacéuticas, autoridades sanitarias y medios de comunicación), las tasas de obesidad y sobrepeso en España continúan aumentando.

Con objeto de averiguar qué está fallando en la transmisión de este mensaje, se ha celebrado recientemente el ‘Primer debate sobre obesidad y sobrepeso: el problema creciente de la grasa visceral’, en el que participaron médicos (de Atención Primaria y especialistas), farmacéuticos, periodistas y pacientes.

Tras más de dos horas de animada discusión, se llegó a la conclusión de que existen dos obstáculos clave a la hora de concienciar a la sociedad sobre el problema de salud pública que supone la obesidad. En primer lugar, que el lenguaje que utilizan los médicos no transmite de forma clara el mensaje. En segundo, que la sociedad no es consciente de que la pérdida de peso, aunque sea poco, beneficia significativamente al estado de su salud.

En obesidad y sobrepeso, poco es mucho

La doctora Susana Monereo, jefa del Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario de Getafe y representante en el debate de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) recalcó precisamente esta última idea: “Cuando uno se pone obeso, el que adelgace un poco siempre va a ser muy positivo”. En este sentido, es necesario tratar el sobrepeso para que no avance a obesidad: “Pérdidas de un 5-10% del peso corporal tienen beneficios muy importantes para la salud”.

Esta especialista definió la obesidad como un problema “sin solución” (debido a su creciente prevalencia). “Habría que luchar hoy contra la obesidad, como en su día se luchó contra el hambre”, declaró. La endocrina también destacó que para que los pacientes se comprometan en conseguir dejar de ser obesos, le es más útil apelar a la mejora que va a suponer para su calidad de vida que para la salud. “Los pacientes se alegran cuando consiguen abrocharse los zapatos, subir unas escaleras sin cansarse, dejar de tener que comprarse ropa en la sección de tallas especiales. No hay nada que haga más feliz a la gente que perder peso”, recalcó.

Prevención y mayor implicación del médico de AP

Por su parte, el responsable del grupo de trabajo de Obesidad y Diabetes de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), el doctor José Javier Mediavilla, reconoció que, desde Atención Primaria, se ha de hacer un mayor hincapié en la prevención ya que, aunque la obesidad es una enfermedad a controlar en AP, en ocasiones puede requerir para su control la colaboración del médico de familia y de un especialista (nutricionista / endocrino).

El Dr. Mediavilla explicó que, según los protocolos, los pacientes que pasan por las consultas del médico de cabecera (un 80% de la población cada año) sólo se han de pesar una vez cada cuatro años, algo “insuficiente”. “Se debe de pesar a los pacientes y medir el perímetro de su cintura más a menudo”, reconoció.

El problema creciente de la grasa visceral

La medida del perímetro de la cintura es el mayor indicador de la presencia de grasa visceral, un parámetro que se considera más relacionado con el síndrome metabólico (y el riesgo cardiovascular) que la medida por antonomasia del sobrepeso y la obesidad: el índice de masa corporal (una cifra que se obtiene dividiendo el peso en kilos entre la altura en metros al cuadrado).

De este debate surgió una comparativa que se había hecho entre una modelo con IMC de 19 y un luchador de sumo (falsos delgados), y que demostraba que la grasa visceral era menor en el segundo. Además, “este tipo de grasa no desaparece con la liposucción, hay que tratarla con dieta, ejercicio y tratamiento farmacológico”.

Según la Dra. Monereo, “el tratamiento de la grasa visceral es muy importante para pacientes con un poco de sobrepeso, ya que mejoran muchísimo metabólicamente”. En este sentido, se presentó un estudio en el I Congreso Internacional sobre Obesidad Abdominal de Hong Kong, que demostraba que alli® (orlistat 60 mg) junto con un régimen bajo en calorías y grasas, puede conducir a una reducción considerable no sólo del peso sino también de la grasa visceral nociva.

Este estudio tenía lugar después de un informe reciente en el que expertos líderes en obesidad pedían una mayor concienciación del público sobre la cuestión de la grasa visceral. Incluía los resultados de un estudio europeo con más de 12.000 pacientes en el que se observó que el 88% de ellos desconocían el significado de la grasa visceral pero, cuando conocieron los riesgos asociados, el 61% afirmó estar más motivado para perder peso

Aunque los periodistas participantes en el debate señalaron que ellos explican el concepto de grasa visceral en sus respectivos medios de comunicación, comentaron también que es “difícil de entender, sobre todo cuando se mezcla con otros conceptos como obesidad, sobrepeso, IMC, etc.”. Por esta razón, alabaron la explicación mucho más sencilla que ofreció la Dra. Monereo: “Es la típica tripa dura”.

El papel del farmacéutico

Otro de los puntos que se abordó en el debate fue el papel del farmacéutico. La dietista y miembro de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC), Dña. Ana Isabel Serrano destacó el esfuerzo que se está haciendo para formar a su colectivo en el abordaje de la obesidad y el sobrepeso ya que, tal y como apuntó, puede ser la solución para las personas que no consideran que tienen un problema y evitan así acudir al médico. En este sentido, la farmacéutica recalcó que “hay que educar y concienciar a la población de la importancia de este problema desde la farmacia”.

Sin embargo, hubo cierta polémica con respecto a los productos que se venden en las boticas, algunos de ellos denominados soluciones “milagro” contra la obesidad. Aunque los participantes reconocieron que es lógico que el farmacéutico venda un producto autorizado, se hizo hincapié en que el paciente debería de ser consciente de que no son medicamentos ni tratamientos útiles para perder peso. “Sólo hay un medicamento que se venda en la farmacia sin receta, indicado para este problema: alli® (orlistat)”, recalcó Ana Isabel.

Abordaje del sobrepeso y obesidad

Lo primero que hay que entender para abordar el problema del sobrepeso y la obesidad es que no se trata sólo de adelgazar, es necesario cambiar hábitos en el estilo de vida: “Haz la dieta que seas capaz de mantener a largo plazo”, apuntó la Dra. Monereo.

En cuanto al abordaje terapéutico, se comentó la eficacia de usar el orlistat, pero siempre dentro de un contexto de dieta y ejercicio. “El fármaco sólo es eficaz en pacientes que sigan una dieta baja en grasas y hagan ejercicio”, subrayó la Dra. Monereo.

Esta especialista afirmó que a “casi todos” sus pacientes obesos les aconseja tratamiento médico “pero no sólo con orlistat, en muchísimos casos el primer tratamiento es un ansiolítico”. Además, siempre recomienda el fármaco a sus pacientes con sobrepeso para evitar que lleguen a obesidad. Para ella, “un fármaco es aquel cuya eficacia y seguridad está científicamente demostrada, y en ese contexto, actualmente sólo existe orlistat”.

Por su parte, el Dr. Mediavilla recalcó la importancia del método científico, que es el que utilizan las autoridades sanitarias para aprobar o no un producto y discutió que se pudieran vender con impunidad sustancias “que no tiene aval científico ni están vigiladas por las autoridades sanitarias” como productos adelgazantes.

Conclusiones finales

Por último, el debate se dirigió hacia la consecución de objetivos. Los médicos preguntaron a los periodistas sobre cómo mejorar la comunicación de sus mensajes y se puso de manifiesto que una posible buena estrategia sería la utilización de testimonios, de ejemplos de personas que han conseguido dejar de ser obesas (o reducir su riesgo cardiovascular asociado a este problema) y han mejorado así su calidad de vida, además de trasmitir el mensaje de que adelgazar un poco ya es muy beneficioso para la salud.

Los participantes reconocieron también que una muestra de que los mensajes de los médicos no están llegando todo lo bien que debieran a la sociedad, es que las personas confían más “en lo que dice un amigo o un vecino, que en lo que dice un especialista”.

Tras este ‘Primer debate sobre obesidad y sobrepeso: el problema de la grasa visceral’, quedó de manifiesto que queda mucho por mejorar en el abordaje de este problema y que todos y cada uno de los actores involucrados en el mismo (desde el paciente a las autoridades sanitarias, pasando por médicos, farmacéuticos y periodistas) tienen algo que aportar.