La silimarina, un componente del Cardo Mariano, actúa como protector del hígado frente a las toxinas de todo tipo.
Esta planta medicinal (Silybum marianum) será una de los temas de debate en el 6º Congreso de la Sociedad Española de Fitoterapia (SEFIT) que se celebra en Pamplona este fin de semana.
«Por su capacidad de regenerar las células del hígado, los frutos del cardo mariano se han utilizado desde hace muchos años para tratar diversas afecciones hepáticas, como cirrosis, hepatitis e ictericia», comenta la profesora Concha Navarro, catedrática de Farmacología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada. Sin embargo, es en la última década cuando las investigaciones centradas en la silimarina han conseguido demostrar sus beneficios. “Se ha estudiado la eficacia de la silimarina en distintos tipos de alteraciones hepáticas, principalmente en las producidas por alcohol y en las de origen vírico, y se ha encontrado que puede ser de utilidad en ambos casos”, añade.
Una revisión de estudios realizada el pasado año por la revista Phytotherapy Research señalaba que la silimarina “actúa como un antioxidante al reducir la producción de radicales libres y la peroxidación de los lípidos. Además, podría actuar como un agente bloqueador de toxinas al inhibir la unión de las toxinas a los receptores de la membrana de los hepatocitos (células del hígado).
Es una planta con una seguridad muy alta. Pero, como en el resto de plantas medicinales con indicación terapéutica, debe dispensarse en farmacia como medicamento para tener todas las garantías de eficacia y seguridad.
Se aconseja en aquellos casos en los que se somete al hígado a comidas copiosas o se toma alcohol en exceso. Tomado previamente, asegura que la recuperación sea más fácil.
El Cardo Mariano recientemente ha obtenido el nuevo estatus de Medicamento Tradicional de Plantas.