Vuelta al «cole» ¡niños sanos y felices!

Con el fin de facilitar la adaptación infantil a la vuelta de las vacaciones de verano los pediatras recomiendan una buena comunicación padre-hijo al inicio del curso escolar.

  • Dos semanas suele ser el tiempo habitual para que un niño se adapte al colegio después de las vacaciones de verano, pero es necesario individualizar este proceso.
  • Es necesario que los padres reconozcan que en el colegio y en sus educadores van a encontrar grandes colaboradores para consolidar ciertos valores de la vida cotidiana o determinados hábitos como la higiene, la disciplina, el respeto, el orden, la tolerancia, aprender a compartir, etc.
  • La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) recomienda poner en marcha un cambio importante en los horarios de sus hijos (comidas, estudio, hora de acostarse y levantarse, etc.), antes de que llegue el día de su escolarización.
  • Los pediatras también recomiendan hacer un uso responsable de las actividades extraescolares y pensar que los niños necesitan tiempo para descansar y para jugar.

Al llegar el mes de septiembre finalizan las vacaciones escolares y muchas familias viven un nuevo desafío: “sus hijos vuelven al colegio”. Dentro de este marco, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) quieren plantear una serie de recomendaciones para facilitar la adaptación del niño a esta nueva etapa en el colegio.

El 15 de septiembre comienza el curso escolar, para la mayoría de los niños de Educación Infantil y Educación Primaria (los alumnos de Educación Secundaría lo harán el 17 del mismo mes) y nosotros, sus padres, debemos estar atentos para que todo marche fenomenal. Revisa este decálogo con atención. Estos 10 puntos son básicos para una vuelta al cole sin sobresaltos. Son consejos de nuestros pediatras…

  1. Detección de enfermedades sensoriales: Detectar un déficit visual o auditivo precozmente puede ser clave para el desarrollo normalizado de un niño. Los pediatras, desde el momento del nacimiento, descartan los problemas graves, pero posteriormente hay síntomas de sospecha de estas patologías: el retraso o alteración del lenguaje obliga a descartar problemas auditivos, y si existe un estrabismo o el niño se acerca mucho para ver o leer se debe estudiar la visión. Los defectos sensoriales pueden causar síntomas de “desajuste“, como un mal rendimiento escolar, retraimiento o conducta muy activa, ya que ambos sentidos son imprescindibles para la socialización, el aprendizaje y la comunicación.
  2. Enfermedades crónicas : Una enfermedad crónica es un problema de salud que perdura o recurre en el tiempo. La familia y el colegio deben prestar los apoyos suficientes para que el niño tenga la máxima autonomía personal y la mínima repercusión en sus actividades, evitando convertir al niño en especialmente vulnerable con etiquetas o actitudes sobreprotectoras. Es vital la buena comunicación entre padres, pediatra y profesores, contando todos ellos con una información básica de la enfermedad. El asma, la epilepsia o la diabetes son enfermedades que bien controladas no deben suponer limitaciones en la vida diaria de ningún niño.
  3. Fluoración : La administración de flúor (F) disminuye el riesgo de caries por hacer más resistente el esmalte que recubre las piezas dentales. No está recomendado tomar F oral de forma rutinaria en los primeros meses de vida; posteriormente está en función de la concentración de F del agua potable local, por lo que es conveniente consultar con el pediatra u odontólogo. A partir de los 6 años, es recomendable hacer colutorios (enjuagues) con soluciones de flúor diarias o semanales y usar dentífricos fluorados. No hay que olvidar el insistir en la mejora de los hábitos higiénico-dietéticos como el lavado dental tras las comidas o evitar picotear entre horas sobre todo dulces. Por ejemplo, una estrategia escolar y familiar de prevención en salud dental, sería no asociar las celebraciones infantiles con las chucherías.
  4. Hábitos saludables: La estrecha relación de los hábitos saludables con la salud infantil y del adolescente es notoria y relevante. Los niños deben ser limpios, y es necesario enseñarles las costumbres de higiene personal lo antes posible para que sean autónomos. Algunas recomendaciones: dormir lo suficiente por la noche, y más horas de sueño cuanto más pequeños; reducir las horas excesivas de televisión y de videojuegos; promover los juegos al aire libre y el deporte deporte todos los días un buen rato; y no llevarles al colegio si tienen fiebre o enfermedades contagiosas, ya que perjudican a sus compañeros.
  5. Maltrato infantil y acoso escolar: El maltrato (MT) infantil por adultos puede ser físico, psicológico, negligencia o abuso sexual (AS). Los profesores deben sospechar que un niño sufre MT cuando presenta lesiones físicas que no pueda explicar coherentemente, como el descuido físico habitual o las alteraciones del comportamiento (estos son síntomas inespecíficos, hecho que obliga a ser cautos y no actuar precipitadamente ante sospechas poco fundadas). En el AS no suele haber lesiones físicas y es muy importante dar credibilidad a lo que dice el menor. El acoso escolar (AE) o “bullying” es un MT entre iguales, en el que un menor o varios agreden repetidamente, física o psicológicamente a un compañero generalmente elegido, provocándole efectos claramente negativos. No se considera AE las conductas agresivas en las que no hay desequilibrio de poder. El colegio y la familia deben estimular el diálogo con la finalidad de anticiparse o reconocer el AE, fomentando activamente la sensibilidad y la intolerancia de todos hacia cualquier tipo de violencia.
  6. Mochila: Las mochilas del colegio pueden ocasionar problemas. Convendría que pesaran menos del 10% del peso corporal del niño. Las mochilas diseñadas para cargar a la espalda deberían llevar además de las asas para los brazos otra a modo de cinturón para repartir el peso también en la cintura.
  7. Nutrición: Es necesario que la dieta sea variada, sin excluir ningún grupo de alimentos. Los pediatras recomiendan un buen desayuno antes de ir al colegio y llevar para tomar a media mañana o merendar un bocadillo pequeño o una pieza de fruta. Un hábito es una actitud o comportamiento adquirido a base de repetición y que se enseña en la familia: será fácil alimentarles debidamente si tienen buenos hábitos nutricionales. No se les debe forzar a comer ni ofrecerles alimentos ni bebidas azucaradas entre comidas, tampoco darles raciones excesivamente grandes, ni dejarles repetir varias veces pues acabarán siendo niños obesos. Desgraciadamente está aumentando mucho la obesidad infantil y juvenil, que más adelante se transformarán en adultos obesos con hipertensión, colesterol alto, y riesgo aumentado de infarto. Los programas escolares son el método más eficiente de adquisición de conocimientos, actitudes y habilidades que mejoren las conductas de riesgo cardiovascular (dieta, tabaco, control de peso, actividad física…) pero la base del los hábitos de los niños se aprende en la familia.
  8. Piojos : Muchos niños en edad escolar tendrán piojos. Si su hijo se rasca la cabeza es muy probable que haya sido contagiado, incluso muchas veces lo están y no se rascan. Los pediatras recomiendan mirarle con muchísimo detenimiento el cabello buscando las liendres (huevos del piojo) que son diminutos, blancos y están fuertemente adheridos al pelo. Los piojos no se suelen ver; para encontrarlos hay que peinar el cabello con una lendrera (peine especial que se compra en farmacias), quedándose atrapados entre sus finas púas. Una vez confirmada la infestación y nunca antes, se tratará al niño con una loción para matar piojos y liendres, y siempre se repetirá todo el proceso a la semana. Es fundamental quitar todas las liendres con la lendrera y con la mano. Las liendres que están más cerca del cuero cabelludo son más recientes y pueden tener al parásito aún dentro. Se acabará con el problema por esta vez si después del segundo tratamiento peinamos al niño varios días con la lendrera y no encontramos ningún piojo.
  9. Trastornos psicológicos: Es muy importante enseñar a los niños a portarse adecuadamente desde pequeños, con autoridad, respeto y cariño, marcándoles límites adecuados a cada edad. El modelo de comportamiento de los niños son los adultos que le rodean. Hay muchos pequeños problemas como rabietas, no quererse separar de sus papás, niños negativistas desafiantes, etc., que desaparecen educándoles correctamente y que no precisan ningún tipo de intervención profesional. Los jóvenes no deben obsesionarse con su peso ni con su imagen corporal. Crecer con autoestima y autodisciplina les ayudará a conseguir sus objetivos.
  10. Vacunas: La vacunación de los niños constituye la actividad para evitar enfermedad más efectiva que se conoce, muchas enfermedades infecciosas graves están desapareciendo de los países desarrollados gracias a ellas. Son esenciales todas las vacunas que se ponen habitualmente en las revisiones de salud. Al cumplir 4 años y 14 años se les ponen dosis de refuerzo para que acudan al colegio totalmente inmunizados contra las enfermedades prevenibles (pueden variar las edades según el calendario vacunal de las diferentes comunidades). Llevar un niño al colegio sin vacunar de alguna enfermedad puede poner en peligro su salud y la de sus compañeros.

La readaptación escolar

El Dr. Antonio Redondo Romero, tesorero de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) recuerda que “muchos padres, muy ocupados por su trabajo y sus propias obligaciones, están deseando que se inicie de nuevo el curso porque el verano se ha hecho muy largo, y a la vez muchos alumnos desean volver a coincidir con sus compañeros de clase”.

Una vez pasada esta primera etapa, y del mismo modo que siempre se plantea el famoso síndrome postvacacional en los adultos al volver a sus puestos de trabajo, los niños sufren este mismo nerviosismo y estado de ansiedad cuando les toca volver al colegio.

«En un par de semanas los alumnos se suelen adaptar a la normalidad escolar. A algunos no les cuesta ninguna dificultad, pero hay otros que tardan algo más, con los que hay que tener paciencia y tranquilidad, sin exigirles mucho y ofrecerles un poco de margen de tiempo para recuperar el ritmo», explica el Dr. Redondo.

En esta línea, los pediatras recomiendan a los padres ir preparando a los niños para la vuelta a su rutina, y siempre es más fácil si los padres y educadores transmiten una impresión positiva de lo que representa ir o volver al colegio, el reencuentro con compañeros, nuevas materias y profesores, estreno de mochilas, libros, lápices, deportivos, etc.

Es necesario que los padres reconozcan que en el colegio y en sus educadores van a encontrar, con un poco de diplomacia, interés y complicidad, grandes colaboradores para consolidar ciertos valores de la vida cotidiana o determinados hábitos como la higiene, la disciplina, el respeto, el orden, la tolerancia, aprender a compartir, etc.

Cambio de horarios

Esta es una de las claves de la correcta adaptación del niño al colegio, ya que “un cambio importante de los horarios debe ser previsto y es necesario empezar a ponerlos en marcha antes de que llegue el día de su escolarización. Las horas de las comidas, el momento del despertar o de irse a la cama, la permisividad con las horas de televisión”, señala el pediatra.

Además, antes o en su defecto al comienzo del curso es conveniente acordar en casa los horarios de estudio, respetando el silencio y favoreciendo un entorno tranquilo y de estudio, y tratando de evitar la televisión y los videojuegos. El psicólogo Bernabé Tierno comenta que «es fundamental que los niños tomen contacto con los libros del curso que van a empezar antes de que el profesor comience el ritmo normal de las clases, y lleven preparado el primer tema para evitar traumas».

Por último, es bueno plantear al niño que hay que volver al horario del invierno de forma progresiva, y, a poder ser, de mutuo acuerdo. Un consejo podría ser acostarlos cada día un poco antes para que se levanten por la mañana con el tiempo necesario para desayunar, a poder ser con sus padres.

Actividades extraescolares

Durante las primeras semanas es importante organizar la programación de las actividades extraescolares. Los pediatras recomiendan hacer un uso responsable de este esfuerzo extra (idiomas, deporte, informática,…) y pensar que ellos necesitan tiempo para descansar y para jugar, no sobrecargándoles de obligaciones.

Uno de los aspectos primordiales durante la etapa escolar es la buena comunicación que debe existir entre padres e hijos. Esta va a ser la base para poder conocer sus capacidades, ilusiones, habilidades y expectativas en esta nueva etapa. De este modo, los hijos se sentirán arropados y serán capaces de enfrentarse a las dificultades que se les puedan presentar, potenciando así su autoestima.

Su primera vez

La primera vez que niños o niñas dan el salto de la vida familiar a su primera escolarización puede ser motivo de especial atención para conocer cómo van a vivir su período de adaptación a estos importantes cambios. Esta primera incorporación a las aulas va a ser la puerta de entrada del niño a un mundo nuevo y desconocido para ellos.

La adaptación escolar es un proceso que niños y niñas van elaborando a medida que se separan del entorno familiar, habitual hasta este momento, y se aproximan al medio escolar, y que está fundamentado en los distintos sentimientos que le toca vivir – de pérdida y de ganancia –, hasta que llega a aceptar plenamente este cambio. “Cada niño o niña necesita su tiempo. Como no todos los niños son iguales, este periodo es distinto de un niño a otro, y ellos se beneficiarán si no se hacen comparaciones”, finaliza el Dr. Redondo.

Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP)

La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) surgió con el fin de dar cabida a un colectivo de pediatras con unas necesidades específicas de actualización, formación y problemática profesional diferenciadas y minusvaloradas dentro de la práctica pediátrica hace ya 25 años. Actualmente cuenta con más de 1.700 socios.

La estructura de la SEPEAP está constituida por Sociedades y Secciones Provinciales y/o Regionales de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria que, sin perder su carácter propio, estando vinculadas a la misma y a las Sociedades de Pediatría Regionales de la A.E.P.

Desde el inicio de la SEPEAP se tuvieron claros sus fines, según recogen sus estatutos: promover el estudio de la pediatría Extrahospitalaria, la problemática del niño y del adolescente en el ámbito extrahospitalario (Centros de Salud, Ambulatorios, Consultorios públicos y privados, Consultas Externas de Hospitales, etc.). Además, se pretende abarcar las tres misiones fundamentales de la pediatría Extrahospitalaria: asistencial (preventiva, curativa y rehabilitadora), docente (colaboración en la formación de pregrado del estudiante de Medicina en Pediatría Extrahospitalaria, en la formación de los residentes de la especialidad de Pediatría en Pediatría Extrahospitalaria, en la formación continuada del Pediatra extrahospitalario en ejercicio y en la educación sanitaria de la población a todos los niveles) e investigadora, promoviendo la correlación de los Servicios de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria con los demás Servicios sanitarios y recursos sociales de la comunidad en el seno de la A.E.P.

Toda la información referente a esta Sociedad se encuentra en: http://www.sepeap.es/

Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap)

La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) se constituyó como una Federación de Asociaciones de Pediatras que trabajan en Atención Primaria, de carácter científico y profesional y sin fines lucrativos, en la actualidad se encuentra asociados más de 2.500 pediatras de Atención Primaria de todo el Estado español.

En su seno se encuentran diferentes Grupos de Trabajo sobre diversas materias (Grupo de Prevención en la Infancia y Adolescencia, Grupo de Vías Aéreas, Pediatría Basada en la Evidencia, Docencia MIR, Cooperación Internacional y Trastorno por déficit de atención e hiperactividad), gestándose en la actualidad otros grupos de trabajo como el dedicado a la patología del sueño infanto-juvenil, pediatría del desarrollo e investigación.

Los objetivos principales de esta Asociación son: promover el desarrollo de la Pediatría en la Atención Primaria. Buscar el máximo estado de salud del niño y del adolescente. Promocionar su salud. Prevenir la enfermedad y facilitar su recuperación en caso de contraerla; fomentar y ejercer la Docencia sobre Pediatría de Atención Primaria del pregraduado y postgraduado, Médicos Residentes de Pediatría, Médicos Residentes de Medicina Familiar y Comunitaria y profesionales del ámbito de la Atención Primaria; fomentar y ejercer la investigación; coordinar los diferentes programas sanitarios relacionados con el niño sano y enfermo; recoger los problemas e inquietudes relacionados con el ejercicio de la Pediatría de Atención Primaria y representar los intereses de sus socios en el marco de las Leyes y ante los organismos de las Administraciones Públicas Sanitarias y Docentes, y otros órganos o entidades Nacionales o Internacionales, Públicos o Privados; promover la búsqueda de las condiciones idóneas para el mejor desarrollo profesional de la Pediatría Social y Comunitaria; y coordinar con otras asociaciones similares, regionales, nacionales o internacionales, actividades y proyectos encaminados a la mejora de la Pediatría en Atención Primaria.

Toda la información referente a esta Sociedad se encuentra en: http://www.aepap.org/