El CBP recuerda la importancia de las revisiones periódicas a partir de los 50 años
- Se detecta que la esterilidad aumenta en 2,6 veces el riesgo de desarrollo de un tumor mucho más letal
- Los varones con problemas reproductivos deben establecer con el urólogo el calendario de revisiones apropiado para su situación
La infertilidad podría ser un factor de riesgo en la aparición del cáncer de próstata, sobre todo en aquellos de carácter agresivo, tal y como determina un reciente estudio desarrollado en Estados Unidos.
La investigación, dirigida por el doctor Thomas Walsh, de la Universidad de Washington, se centró en hacer un seguimiento a más de 22.000 hombres en California entre los años 1967 y 1998, con el objetivo de identificar el motivo de la infertilidad. Pasados diez años, el 1,2% de los varones estériles había desarrollado cáncer de próstata, frente al 0,4% de los hombres fértiles que también lo hizo.
En base a los datos obtenidos, la esterilidad aumentó 2,6 veces el riesgo de aparición de tumores agresivos, mientras que sólo influyó en 1,6 veces en el desarrollo de cáncer prostático de crecimiento lento. Esto supone que la infertilidad propicia el desarrollo de un cáncer mucho más letal.
Este factor se suma a los ya tradicionales, tales como la edad, la herencia genética, la alimentación, la raza y elementos medioambientales, entre los que destaca el consumo de tabaco.
Ante ello, el Círculo de Braquiterapia Prostática recuerda la importancia de que los hombres de más de 50 años acudan anualmente al urólogo para vigilar su próstata. En aquellos varones en los que haya antecedentes familiares de este tipo de tumor, la edad mínima se reduce a los 45 años. En caso de ser estéril, es conveniente consultar con el urólogo para establecer la periodicidad idónea de las revisiones.
Mediante un control periódico de la próstata se logra un diagnóstico precoz del tumor que, además de aumentar entre un 85% y 90% las posibilidades de curación, permite la utilización de tratamientos poco agresivos para el paciente, como la braquiterapia prostática.
La braquiterapia prostática
Esta técnica consiste en la implantación de semillas radioactivas de Iodo-125 directamente en el interior de la próstata, lo que disminuye notablemente la posibilidad de que la radiación alcance los órganos sanos adyacentes (recto y vejiga), por lo que los efectos secundarios se minimizan. Su aplicación es ambulatoria y no requiere de incisión quirúrgica, por lo que la estancia hospitalaria se reduce a 24-48 horas.
La braquiterapia prostática puede realizarse cuando el tumor se encuentra en su fase inicial o en grados intermedios, con unos porcentajes de curación a los 5 años, según los grupos de riesgo de enfermedad, entre un 84% a 95%.
Por otra parte, recientemente se ha demostrado que la braquiterapia es la técnica más eficaz para lograr una mejor calidad de vida del paciente, frente a otros procedimientos convencionales, como la radioterapia y la prostatectomía. De hecho, se ha determinado que la braquiterapia reduce en gran medida los efectos secundarios habituales en los otros procedimientos, tales como la impotencia y la incontinencia urinaria.
Sobre el Círculo de Braquiterapia Prostática
El Círculo de Braquiterapia Próstatica (CBP) es un organismo sin ánimo de lucro integrado por urólogos y oncólogos radioterápicos españoles, cuya finalidad es divulgar información para concienciar a los ciudadanos de la importancia del diagnóstico precoz del cáncer de próstata.