Beber al menos un vaso diario de jugo de naranja, para aumentar el hierro y conseguir una buena ración de vitamina C. El zumo hay que consumirlo recién hecho para que no pierda nutrientes.
Espolvorear el café con ½ cucharadita canela, una vez al día mantiene bajo el colesterol y estables los niveles de azúcar en la sangre. Además dicen que la canela es una especia con poderes afrodisiacos.
Cambiar el pan blanco por el marrón (es decir el no refinado). El pan integral tiene casi cuatro veces más fibra, tres veces más zinc, y casi dos veces el hierro que el pan blanco. Además, el volumen de los que comen pan blanco aumenta medio centímetro por año ¡Ahhh!… y no hay que quitarles las cortezas, pues tienen ocho veces más pronylysina, que anima a las enzimas a combatir el cáncer del colon.
Masticar los vegetales más tiempo. Esto aumenta la cantidad de químicos anticancerígenos liberados. Y cuanto menos se cocinen los vegetales, mejor efecto preventivo tienen. Es decir tomar crudités y ensaladas es un hábito muy sano.
Adoptar la regla del 80 por ciento. ¿Esto qué es? Se trata de adherirse al Hara Hachi Bu japonés y dejar en el plato el 20 por ciento de la comida que iba a ingerir. Así evitamos trastornos gastrointestinales, prolongamos la vida y reducimos el riesgo de diabetes y ataques de corazón. Otra opción similiar es servir la comida en platos más pequeños.
El futuro es la naranja. Reduce el riesgo de cáncer de pulmón. Quienes las comen habitualmente tienen 30 por ciento menos posibilidad de contraerlo. Otro estudio halló que la gente que come cuatro porciones de frutos cítricos por día tiene un 40 por ciento menos posibilidad de contraerlo que aquellos que comen menos de una por día. Ya lo sabes: una naranja diaria por lo menos…
Comer colorido. Si comemos una variedad de rojo, naranja, amarillo, verde, púrpura y blanco en frutas y vegetales, tendremos la mejor mezcla de antioxidantes, vitaminas y minerales que existe.
Se puede comer pizza, pero hay que elegir las de masa finita con extra salsa. El licopeno, un antioxidante de los tomates, se cree que inhibe y aún revierte el crecimiento de tumores (en especial el de próstata). Además es mejor absorbido por el cuerpo cuando los tomates están en salsa para pastas o para pizza. Es decir el licopeno se aprovecha mejor si se somete a la acción del calor a los tomates (fritos, asados…)
Limpiar el cepillo de dientes. El contacto con los gérmenes en el vasito de los cepillos engendra peligro de enfermedades. Los cepillos por sí mismos pueden esparcir gripes y resfriados. Habría que limpiarlos cuatro veces a la semana, sobre todo después de enfermedades, y mantenerlos separados de otros cepillos, del resto de los miembros de la familia.
Es bueno hacer rompecabezas, crucigramas o sudokus, o aprender un idioma, alguna habilidad nueva o leer un libro y memorizar párrafos. Estimular la mente anima a formar nuevas conexiones cerebrales y fortifica la memoria. Una persona de 50 años, activa mentalmente, tiene mejor memoria que una persona perezosa de la mitad de su edad.
Conviene usar hilo dental y no masticar chicles. Una investigación dio como resultado que las personas que mastican chicle tienen más posibilidad de sufrir arteriosclerosis, pues se hacen más estrechos los vasos sanguíneos, lo cual precede a ataques del corazón. Pasarse el hilo dental puede quitarle seis años a su edad biológica porque remueve las bacterias que atacan a los dientes y al cuerpo.
Reir mucho. Una buena carcajada es un mini-workout, un pequeño ejercicio físico, 100 a 200 carcajadas equivalen a 10 minutos de jogging (según el cardiólogo norteamericano William Fry). Baja el estrés y despierta a los anticuerpos y a células naturales de defensa del organismo.
No pelar con anticipación los vegetales y frutas. Deben cortarse y pelarse justo antes de comerlos. Preparar comida fresca con poca anticipación a ser ingerida aumenta los niveles de nutrientes contra el cáncer.
Llamar por teléfono a sus familiares o amigos, si los tiene lejos. Un estudio de la Facultad de Medicina de Harvard halló que el 91% de las personas que no mantenían cercanía afectiva con sus seres queridos, (particularmente con la madre) desarrollaban alta presión, alcoholismo o enfermedades cardíacas en edad temprana.
Disfrutar de una buena taza de té. El té común contiene menos niveles de antioxidantes que el té verde, y beber sólo una taza diaria de esta infusión disminuye el riesgo de enfermedades coronarias. Científicos israelíes también hallaron que beber té aumenta la sobrevida tras haber padecido un ataque al corazón.
Tener una mascota. Las personas que no tienen animales domésticos tienen más estrés y visitan más al médico, dicen científicos de Cambridge University. Las mascotas nos hacen sentir optimista, relajados y eso baja la presión en sangre. Los perros son mejores, pero aun los peces dorados funcionan bien para esto. Y también los gatos, caballos, tortugas…
Reorganizar la nevera. Las verduras en cualquier lugar de la nevera pierden sustancias nutritivas, porque la luz artificial del equipo destruye los flavonoides que combaten el cáncer que tiene todo vegetal, según la nutricionista Maryon Stewart. Por eso es mejor usar los cajones de abajo.
Comer chocolate. Dos barras por semana extienden un año la vida. El amargo es fuente de hierro, magnesio y potasio (el puro es el más sano).
Comer como pajarito: cantidades reducidas y semillas. La semilla de girasol y las semillas de sésamo son nutrientes y antioxidantes. Hay que agregarlas a las ensaladas y cereales. Comer nueces entre horas reduce el riesgo de diabetes, afirman médicos de la Facultad de Harvard.
Ejercitar la espiritualidad. Los verdaderos creyentes y aquellos que priorizan el «ser» sobre el «tener», tienen 35 por ciento más de probabilidades de vivir más tiempo, según el estudio publicado en la revista International Journal For Psychiatry And Medicine.
Pensar positivamente: La gente optimista puede vivir hasta 12 años más que los negativos, quienes además se agarran gripes y resfriados más fácilmente.
Hay que ser más sociables: Las personas con fuertes lazos sociales o redes de amigos tienen vidas más saludables que las personas solitarias o que sólo tienen contacto con la familia.