- Periodistas, hosteleros, cocineros y colegas han celebrado la intensa trayectoria del crítico gastronómico Joaquín Merino, conocido como el Príncipe.
- El Hotel Urban fue el lugar de reunión de los amigos y familiares del escritor en el día de su cumpleaños, el 6 de mayo.
Escritor, periodista, crítico gastronómico, melómano, artista, viajero… y un auténtico bon vivant. Así conocen a Joaquín Merino todos los colegas de profesión, compañeros de mesa y de largas e intensas conversaciones, de ésas que llegan tras un buen banquete. Unos y otros han conocido su vertiente personal porque, irremediablemente, va unida a la profesional. Y se han deleitado con su humor, ironía, elegancia… Sus familiares, además, conocen el lado más íntimo del Príncipe.
Ellos han acompañado a este prolífico autor de 23 libros («Londres para turistas pobres», «Londres para turistas ricos», «Londres para pecadores», «Madrid para reprimidos», «Andar y charlar», «Confidencias más o menos pop», «Titanes de los Fogones», etc.) y merecedor de galardones como el Premio Nacional de Gastronomía 2007, el Ondas por “Cosas de la Vida”, Café Gijón de novela por la obra «La Isla»; el Premio Internacional de Periodismo Rías Bajas, Premio Francia y Alimentos de España, tan sólo por citar algunos.
Ayer, todos quisieron rendirle un homenaje por su larga y fructífera trayectoria. Lo hicieron, cómo no, con una exquisita comida y sobremesa. El Hotel Urban fue el escenario de la gran sorpresa que Merino recibió al descubrir que él no era el único citado a las 14.00 horas. Coincidiendo con su cumpleaños (a ciertas edades, la cifra… ya no importa), un amplio número de amigos y personalidades del mundo de la gastronomía se dio cita.
Eran todos los que estaban pero no estaban todos los que son. Quienes no pudieron asistir al almuerzo por motivos profesionales, excusaron su ausencia pero no dejaron pasar la oportunidad de transmitirle unas palabras cariñosas transcritas en el libro de firmas que, al finalizar la comida, se le entregó. Hubo más obsequios, una botella de whisky, bebida de la que es gran enamorado, y una champanera grabada con una fecha tan emotiva.
La fiesta se prolongó recordando, unos y otros, gratos momentos y todas las anécdotas que salpican una carrera profesional y vital tan intensa como la de Joaquín. Y es que en la actualidad, Joaquín Merino comparte, semanalmente, su prosa culta desde las páginas de La Voz de Galicia así como en Vivir con Júbilo. Antes, escribió entre otras para ABC, Ya, Madrid, El País, Sobremesa, Época, Club de Gourmet y su voz se escuchó a través de las ondas de Cadena Ser y de RNE, entre otras emisoras.
La de ayer fue una gran reunión en la que, como el título de uno de los libros firmados por El Príncipe, se recordaron Historias de la Buena Vida. ¡Y las que quedan porque… La edad no es cosa de años!
¡Felicidades Joaquín, ha sido un placer coompartir contigo un día tan señalado!