Cuatro investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública de Copenhague, entre ellos el Dr. Morten Gronbaek, miembro del Comité Científico de FIVIN, han dado a conocer los resultados del estudio sobre vino y nutrición que han llevado a cabo en los últimos años.
El estudio, que se ha publicado en la revista médica danesa Ugeskrift for Laeger, refleja la opinión de los investigadores: “Nuestros resultados confirman los de otros estudios internacionales, que reflejan que los consumidores moderados y constantes de vino se inclinan a comer frutas, verduras y pescado, tomando rara vez grasas saturadas, en comparación con los aficionados a otro tipo de bebidas”.
Se trata de un estudio que recoge hábitos de consumo, y que concluye que las personas que consumen vino moderada y constantemente incluyen en su dieta más frutas, verduras, pescado, carne sin grasa y productos lácteos que las personas que consumen otras bebidas. Éstas última tienden a abusar de productos con contenidos altos en grasas como los congelados, las patatas fritas, los fiambres, carne de cerdo y ovino, productos azucarados, mantequillas y margarinas.
El Dr. Morten Gronbaek, miembro del Comité Científico de FIVIN, ha publicado otros estudios que reflejan que los consumidores moderados y constantes de vino tienen menos riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer que los consumidores de otras bebidas.
La Fundación FIVIN orienta sus actividades a valorar los posibles efectos protectores del consumo moderado y regular de vino en nuestro organismo y sobre la salud humana. Esta labor se lleva a cabo a partir de la investigación científico-médica más reciente y bajo la supervisón de su Comité Científico. Su compromiso de responsabilidad social le lleva a divulgar esta información al conjunto de las instituciones y la sociedad española con el fin de que tengan la mejor información sobre vino, nutrición, alimentación y salud.
Desde 1990, numerosos estudios han indicado que las personas que consumen regularmente cantidades moderadas de vino presentan una incidencia de enfermedades cardiovasculares inferiores. Actualmente, se dispone de numerosos datos que permiten afirmar que el consumo moderado y regular de vino tiene unos efectos benéficos, principalmente sobre las enfermedades coronarias. Los resultados vienen a sugerir que un consumo moderado y regular de vino está asociado con una disminución de, al menos, un 11% en el riesgo de sufrir enfermedades coronarias.
El consumo moderado y regular de vino es un factor cultural presente en un gran número de sociedades. Simboliza un estilo de vida unido a una dieta sana, rica y equilibrada, en donde el consumo de vino está ritualizado por la tradición. Se trata de un estilo de vida que podría ser el origen de las mayores longevidades, ya que se constata que, en los países en que el consumo moderado y regular de vino durante las comidas es habitual, y más particularmente en los países mediterráneos, la esperanza de vida es mayor.