- En lo que se refiere al sobrepeso, algunas evidencias sugieren que un peso moderadamente elevado podría mejorar la supervivencia en varias circunstancias
El medico Interactivo, 8-11-2007
Un estudio de los Centros de Control y Prevención de la Enfermedad en Hyattsville (Estados Unidos), publicado en la revista Journal of American Medical Association (JAMA), examina la asociación entre el peso y las causas de la mortalidad. Los resultados indican que dicha asociación puede variar de forma considerable, así, la obesidad está asociada con una mayor mortalidad por enfermedad cardiovascular (EC), el bajo peso con causas ajenas al cáncer y a la EC, y el sobrepeso con la combinación de diabetes y enfermedad renal, pero con una menor mortalidad por motivos distintos al cáncer y a la EC.
Los investigadores estimaron las causas específicas del exceso de muertes asociadas con el bajo peso, índice de masa corporal (IMC) inferior a 18,5; sobrepeso, IMC de entre 25 y 30; y obesidad, IMC de 30 o superior. Los investigadores analizaron datos del estudio NHANES sobre salud y nutrición en sus fases I (1971-1975), II (1976-1980) y III (1988-1994), que combinaron con datos del IMB y otras covariables del NHANES 1999-2002 con información de mortalidad de 2,3 millones de adultos de 25 o más años de estadísticas de los Estados Unidos.
Los resultados de seguimiento mostraron que el peso bajo estaba asociado con un aumento en la mortalidad por causas diferentes al cáncer y a la enfermedad cardiovascular y que tampoco estaban asociadas a estos trastornos. El sobrepeso y la obesidad en combinación se asociaban con una mayor mortalidad por diabetes y enfermedad renal.
La obesidad se asoció con un aumento de la mortalidad por cánceres asociados a este peso excesivo pero no con la mortalidad por otra clase de tumores. Además, las comparaciones en las distintas encuestas sugerían una posible disminución en la asociación de la obesidad con la mortalidad por enfermedad cardiovascular a lo largo del tiempo.
El sobrepeso no está muy asociado con un aumento del riesgo de cáncer o de enfermedad cardiovascular, sin embargo podría estar vinculado a una mejor supervivencia durante la recuperación de trastornos graves como las infecciones o las intervenciones médicas y con mejor progresión en algunas enfermedades. Todo ello, señalan los autores, podría deberse a las mayores reservas nutricionales o a una masa corporal más delgada.