Saludalia.com – Dra. Herminia Lorenzo Benítez
Para hacer una valoración del estado de nutrición del ser humano es preciso considerar el cuerpo dividido en compartimentos. A este conjunto de compartimentos es a los que nos aproximamos cuando hablamos de la composición corporal.
El estado nutricional expresa el grado en el que se satisfacen las necesidades fisiológicas de nutrientes. El equilibrio entre la ingesta de nutrientes y las necesidades del organismo de estos nutrientes depende de diversos factores.
Las técnicas de valoración apropiadas detectan carencias nutricionales en las primeras etapas del desarrollo, de esta manera puede mejorarse la ingestión dietética mediante el apoyo y el asesoramiento nutricional antes de que se presenten consecuencias más graves. Estas técnicas incluyen examen del estado físico, crecimiento y desarrollo, función de los diversos sistemas de órganos, conducta, valores de nutrientes en orina, sangre o tejidos y calidad y cantidad de la ingesta de nutrientes.
Además se debe tener una información sobre tratamientos farmacológicos que siga el paciente, el nivel de estrés o enfermedades crónicas, el nivel socioeconómico, los conocimientos sobre nutrición, los hábitos culturales y el estilo de vida, porque todos estos factores influyen en la ingestión y en las necesidades nutricionales del individuo.
En un sistema de salud deben valorarse de forma sistemática el estado nutricional de todas las personas, sin embargo el tipo de valoración será diferente en las personas básicamente sanas y en las personas enfermas. Una valoración nutricional completa permite que sea el plan de apoyo nutricional, la educación y el asesoramiento nutricional sean más eficaces.
Compartimentos corporales
Tradicionalmente se ha considerado que el cuerpo humano está constituido por dos compartimentos: proteico y graso, o también por masa grasa y masa libre de grasa, sin embargo podemos considerar que esta división implicaría la subdivisión de esta masa libre de grasa en músculo esquelético, proteína visceral, proteínas plasmáticas, agua extracelular, piel y esqueleto.
Las proteínas tienen a su cargo una función estructural importante no sólo en los tejidos corporales, sino también en la formación de enzimas, hormonas, además de las funciones de transporte, defensa, y de reserva.
Así podríamos determinar la masa grasa mediante la medición de los pliegues cutáneos, el músculo esquelético mediante la circunferencia muscular del brazo y el índice creatinina-altura; las proteínas viscerales mediante la determinación de parámetros analíticos: albúmina, transferrina, prealbúmina, proteína ligada al retinol y los marcadores inmunológicos.
Medicion de compartimentos corporales
Las reservas de grasa del organismo se pueden medir con técnicas más o menos sofisticadas (la densitometría, dilución isotónica, pliegues cutáneos), el grosor de determinados pliegues cutáneos (bíceps, tríceps, subescapular, suprailíaco, abdominal, etc.) es un índice satisfactorio de la grasa total orgánica, porque en el hombre la mitad de la grasa corporal se encuentra en la capa subcutánea. De todos los pliegues que se pueden medir, el más utilizado es el del tríceps, por su fácil acceso y su buena correlación con la grasa total corporal. La medición se realiza con la ayuda de un medidor llamado lipocalibrador como indica la figura. Se realizan tres mediciones y se halla el valor medio. Las medidas obtenidas se comparan con tablas de valores estándar según el sexo y la edad.
Las circunferencias musculares
La medida de las circunferencias musculares forma parte de la valoración de las proteínas estructurales y se realiza mediante la circunferencia del brazo (CB), la circunferencia muscular del brazo ( CMB), el índice creatinina-altura.
La circunferencia del brazo: se mide sencillamente con una cinta métrica flexible en el punto de la medida del pliegue del tríceps; se repite la medida tres veces y se halla la media. Los datos obtenidos se comparan igualmente con tablas de valores estándar, existen variaciones en función de quién toma las medidas describiéndose coeficientes de variación de hasta un 4,7 %.
La circunferencia muscular del brazo: se obtiene a partir del pliegue tricipital y de la circunferencia mediobraquial. Los principales errores en la interpretación de estas medidas antropométricas son por imprecisión, ya que los resultados dependen mucho de cómo, dónde y quién lo mide además de la influencia de factores como la hidratación, el tono muscular y la edad influyen en los resultados.
Índice creatinina-altura: Es la relación entre la excreción de creatinina en la orina excretada por un individuo en 24 horas, y la esperada para un individuo del mismo sexo y estatura como valoración de masa muscular. La creatinina es un metabolito derivado del catabolismo muscular que se excreta por la orina, y debe compararse siempre con los valores normales de tablas de estándares. La medida se hace en orina de 24 horas durante 3 días consecutivos y puede alterarse por fiebre, infecciones etc.
Masa proteica visceral
La medición indirecta se realiza a partir de las concentraciones en suero sanguíneo de las proteínas transportadas por el hígado. Las más frecuentes son: la albúmina, la transferrina, la prealbúmina y la proteína ligada al retinol.
Evolución de la composición corporal a lo largo de la vida
A lo largo de toda la vida del individuo se van produciendo cambios en la composición corporal al igual que en el funcionamiento de todos los órganos.
Ya en la infancia se producen modificaciones corporales con un mayor crecimiento de las extremidades inferiores en relación al tronco. Hay factores determinantes que influyen en la composición corporal y morfología en la infancia como son los genes específicos de cada sexo. Además el sistema endocrino actúa sobre el cartílago de crecimiento contribuyendo a la transformación del cartílago en tejido óseo, con lo que promueven el alargamiento y engrosamiento de los huesos. Los factores del crecimiento (IGF) favorecen la división del condrocito que más tarde se convertirá en osteocito, mientras que diversas hormonas como la calcitonina y la vitamina D, entre otras, favorecen la mineralización del hueso.
La adolescencia es otra etapa donde se producen cambios importantes en la composición corporal, hay una aceleración del crecimiento en longitud y un aumento de la masa corporal total, presentando diferencias según el sexo en cuanto a cronología e intensidad. Hacía los 10 años, las niñas han alcanzado el 84 % de la altura del adulto y los niños sólo el 78 %. En cuanto al peso corporal los niños a esta edad tiene el 55 % y las niñas el 59 % del adulto. El aumento en la masa grasa y muscular se va apreciar por el desarrollo de los hombros en los niños y las caderas en las niñas, en ellas la grasa corporal total aumenta casi en un 120 % antes de la primera regla (menarquia), sin embargo en el varón es entre los 10 y 20 años cuando aumenta su masa corporal libre de grasa en 35 kg, mientras que en la mujer lo hace sólo en la mitad unos 18 kg.
Tiende a aumentar la masa grasa corporal entre los 40 y 50 años, tanto en varones como en mujeres y continúa aumentando hasta llegar a los 70 -75 años. También se modifica la distribución puesto que suele acumularse más en el tronco que en las extremidades, y ocurre lo mismo en los órganos internos.
En la edad adulta la masa magra evoluciona hasta llegar a su punto álgido que se produce alrededor de los 30 años, en los varones, las mujeres la mantienen aproximadamente hasta los 50 años que es cuando empieza a descender, aunque de forma más lenta que en los hombres. Respecto a la masa ósea es Entre los 30 -35 años se consigue el punto más alto de masa ósea, y es a partir de este momento cuando empieza a descender. En las mujeres este descenso puede precipitarse con la aparición de la menopausia y posteriormente es cuando se producen distintos grados de osteoporosis. El contenido de agua en la composición corporal viene a representar un 70 %, en un adulto joven y un 60 % en una persona menos joven, sin embargo en personas adultas el agua llega a disminuir hasta llegar a un 50 %. Por supuesto estas pérdidas de agua están en relación con las pérdidas de masa magra, como ya hemos descrito anteriormente.