www.fonendo.com 23 de Junio de 2002
Consumir salsa de tomate un par de veces a la semana puede reducir el riesgo de cáncer de próstata, según los resultados de un estudio en el que participaron alrededor de 48,000 hombres.
Los autores de este estudio de casos y controles, pertenecientes a la Facultad de Salud Pública de Harvard, en Boston, Massachusetts, y dirigidos por el Dr. Edward Giovannucci, habían analizado la literatura previa y habían encontrado resultados contradictorios.
Parece ser que los estudios se habían enfocado, en su mayoría, en el licopeno, un antioxidante abundante en el tomate. Una teoría plausible es que los antioxidantes ayudan a protegerse del cáncer y de la cardiopatía al neutralizar los radicales libres.
En el presente estudio, publicado en el Journal of the National Cancer Institute, el equipo investigador analizó datos de 47,365 hombres que participaron en el Estudio de Seguimiento de Profesionales de Salud. Se pidió a los participantes que completaran cuestionarios dietéticos en 1986, 1990 y 1994. De 1986 a 1998, 2.481 participantes fueron diagnosticados de cáncer de próstata.
Basados en los resultados, los investigadores calcularon la cantidad de licopeno consumida diariamente procedente de todos los alimentos. Los hombres cuyo consumo promedio de licopeno fue de 18,780 microgramos diarios tenían un 16 por ciento menos de riesgo de desarrollar cáncer de próstata que aquellos que tomaron 3.415 microgramos de licopeno diario.
La reducción en el riesgo de cáncer de próstata también fue mayor cuando se tomó en consideración la salsa de tomate, indicaron los autores. Los hombres que consumieron dos o más porciones de salsa de tomate a la semana fueron el 23 por ciento menos proclives a desarrollar cáncer de próstata durante el período del estudio que aquellos que comieron menos de una porción de salsa de tomate al mes.
Los autores estimaron la influencia de otros factores de la alimentación, como frutas y vegetales, así como el uso del aceite de oliva. Sin embargo, los resultados no variaron. Los autores afirman que habría que evaluar el tratamiento a base de licopeno en forma de comprimidos añadidos en la dieta, así como definir qué métodos diagnósticos deberían ser usados para poder definir qué pacientes tienen más riesgo de padecer esta enfermedad.
El cáncer de próstata constituye la segunda causa de muerte en hombres mayores de 50 años en países desarrollados, por lo que los investigadores realizan grandes esfuerzos en pos de terapias que ayuden en el combate de esta enfermedad. Recientemente, varios estudios realizados en Estados Unidos están abriendo nuevas alternativas para aquellos que pueden ser afectados por esta enfermedad. Entre las investigaciones clínicas, se encuentran aquellas desarrolladas en el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos. Además del licopene, las vitaminas E, D y C y la soja podrían ser otros nutrientes a estudiar.