El secreto del buen gusto está en Taberna Los Gallos. El pequeño gran proyecto de los imparables Pepe Caldas y Carlos Arias, muy céntrico, en una zona que podríamos decir chic, con distintos ambientes y con una buena cocina. ¡No se puede pedir más!
Quien visita Taberna Los Gallos siempre vuelve. Yo tengo que volver, porque me he quedado con ganas de la actuación musical en directo, que prometía una noche de lo más agradable y que tuvimos ocasión de ver empezar (¡qué marchita!). ¿El secreto del éxito de Taberna Los Gallos? Un cúmulo de factores que se traducen en un local con un encanto especial. Una preciosa casa transformada en un coqueto restaurante con varios ambientes (planta cero, primera y segunda, con ascensor), a cuál más bonito, donde se puede disfrutar a cualquier hora del día de una atractiva propuesta gastronómica a precios más que razonables. Increíble pero cierto. A pesar de estar ubicada en una de las zonas más exclusivas de Madrid, al lado de la calle Goya, y tiro de piedra de las calles Jorge Juan y Lagasca, en Taberna Los Gallos es posible comer y cenar bien y a muy buen precio.
Recetas que el incombustible chef, Félix Ortiz, elabora con maestría y a una velocidad de vértigo, para satisfacer a su fiel clientela que crece día a día. Una carta variada, viajera y repleta de sabor que nos permite pedir medias raciones y de este modo probar un mayor número de platos. Bocados de felicidad ideales para compartir que se traducen en buenos momentos, porque en Taberna Los Gallos siempre se esmeran en que el cliente disfrute. Básicamente en hacernos felices y se les da de miedo.
Un servicio atento, amable y profesional, que nos recibe siempre con una amplia sonrisa para hacernos partícipes de la esencia de Taberna Los Gallos. Junto a ellos, Pepe y Carlos, se prodigan con frecuencia por el restaurante para supervisar que no falle nada y saludar a sus clientes, que ya se han convertido en una gran familia que va en aumento.
Un espacio que se transforma a medida que pasa el día, y eso es una opción de lo más interesante, para deleitarnos con la música del DJ y actuación en directo, y propiciar así ese disfrute que tanto ansiamos para desconectar de la rutina.
Si vas a la hora de la comida no te pierdas la ocasión de saborear el plato del día. Podrían ser unas sabrosas lentejas que Félix prepara en distintas versiones, según los productos de temporada y que enamoran a cualquiera con el punto picante que le aporta el pimentón. De la Vera por supuesto. En su completa carta encontrarás aquello que más desees.
Cena, rica, rica
Nosotros hemos ido a cenar y de nuestra elección destacamos todo, desde el comienzo con sus famosas Papas arrugadas con mojo picón, un guiño a Canarias, la tierra natal de Pepe Caldas, que nunca puede faltar en Taberna Los Gallos. Merece la pena probarlas. A continuación un original Carpaccio de calabacín, que resultó ser una maravillosa sorpresa. Ligero, saludable, colorido y rebosante de sabor, por eso desde aquí animamos a que no os lo perdáis.
También hemos probado otro de los platos icónicos del restaurante, los Chanquetes con huevos fritos y pimientos, ideales para compartir, recuerda que así puedes disfrutar de un mayor número de platos, y que nos trasladan al sur en cualquier época del año. Están al punto de sal, yo les añadiría una pizca más.
Hemos de confesar que hasta ese momento nuestro plato preferido por excelencia ha sido el siguiente, sabrosísimos Tacos de pollo tikka masala, con ese puntito chispeante. Una formidable explosión de sabor en boca, que hay que disfrutar comiendo con las manos mientras, manchados como Dios manda, porque de eso se trata. Sin corsés, sin miedo.
Un disfrute absoluto que desembocó, para finalizar en el nuevo Falso Risotto de gambones. Una elaboración elegante, sofisticada y sumamente original que está cosechando una gran acogida a pesar de su corta vida. Pues, ha estado reñido el concurso del mejor plato que hemos probado, pero creo que en mi caso esta nueva aportación a la carta, este Falso Risotto de gambones, ha ganado por goleada en lo que a mí respecta. No lo puedo remediar, si un Risotto, ya sea original o falso (de pasta, como en este caso) está perfecto, a mí me nubla la vista de todo lo demás. El Carpaccio de calabacín, también es un plato o platazo que no puedes perder de vista. Y hablando de vista, menudo pintón.
Para terminar, nos decantamos por su curiosa versión de la tarta de queso. El postre de moda por excelencia que en Taberna Los Gallos presentan en versión mousse con una deliciosa bola de helado de galleta, que invita a rebañar hasta la última cucharada. Y de un hojaldre relleno de frutas, también con helado, y tan tentador como el anterior. Siempre hay que dejar un hueco para el postre.
Taberna Los Gallos, un espacio único, mágico y sofisticado. Un local donde el disfrute está siempre garantizado y que irremediablemente nos invita a VOLVER Y VOLVER (como reza la letra de la canción de Vicente Fernández). Nosotros volveremos seguro. Está en ese cogollito de Madrid que tanto nos gusta para salir a comer o cenar, muy próximo a mi antiguo Instituto Beatriz Galindo. Mejor ubicado imposible. La terraza es espectacular y en la segunda planta, donde nosotros cenamos, también tienen terraza cubierta. Está lleno de ambientes para que elijas el que mejor se adapte a tus gustos. La elección es tuya. Tu solo debes encargarte de disfrutar en la mejor compañía.
De interés:
- Taberna Los Gallos
- Dirección: Callejón de Puigcerdá nº 6 -28001 Madrid
- Teléfono: 91 431 06 47
- Web: Taberna Los Gallos
- Precio medio: 40€