La vacuna antineumocócica, tan importante para la salud como la de la gripe
- Los expertos recomiendan que, además de la vacuna antigripal, se administre también la vacuna antineumocócica trecevalente a los adultos de 65 o más años de edad
- La pauta de la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente es de una sola dosis y no requiere revacunación
- El principal motivo que influye en la decisión de vacunación del adulto es la recomendación por parte del profesional médico de Atención Primaria
Madrid, 21 de octubre de 2014.- Durante los meses de otoño e invierno, la elevada incidencia de la gripe entre la población adulta (1.450 casos por 100.000 habitantes) la convierte en la enfermedad protagonista en las consultas médicas de Atención Primaria. Sin embargo, aunque este virus supone un importante problema para la salud pública, los expertos recuerdan que también existen otras patologías más desconocidas y peligrosas que, sin ser estacionales, registran igualmente picos de incidencia en este período del año.
“Por su elevada tasa de letalidad, no podemos olvidar la trascendencia que tiene la enfermedad neumocócica ya que, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), triplica la tasa de letalidad de la gripe y es la patología prevenible por vacunación que más muertes genera en el mundo”, explica la doctora Esther Redondo, coordinadora del Grupo de Actividades Preventivas de SEMERGEN.
En la fotografía superior (de izq. a dcha.): la Dra. Cristina Méndez, directora médico del Área de Vacunas de Pfizer; el Dr. José Miguel Rodríguez González-Moro, neumólogo del Hospital Gregorio Marañón de Madrid; y la Dra. Esther Redondo, coordinadora del Grupo de Actividades Preventivas de SEMERGEN.
Por ello, los especialistas destacan la importancia de administrar la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente al mismo tiempo que la de la gripe. “La campaña de vacunación contra la gripe plantea el escenario perfecto para protegerse contra el neumococo. Mucha gente desconoce la virulencia de la enfermedad neumocócica y que, de hecho, pueden vacunarse frente a ella al mismo tiempo que la de la gripe”, señala el doctor José Miguel Rodríguez González-Moro, neumólogo del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
Y es que, a pesar de las evidencias clínicas, los datos demuestran que las coberturas de vacunación antigripal y antineumocócica distan mucho de alcanzar los niveles de inmunización deseables entre la población adulta. “Las estadísticas del Ministerio de Sanidad reflejan una cobertura de vacunación antigripal para mayores de 65 años del 56% la temporada pasada 2013-2014, lo que supone un descenso del 0,6% respecto a la temporada anterior”, destaca la doctora Esther Redondo.
En el caso de la enfermedad neumocócica, causada por la bacteria del neumococo (S. pneumoniae) y cuya tasa de letalidad triplica a la de la gripe, la estadística resulta todavía peor. “Los datos de vacunación antineumocócica en la Unión Europea indican que ésta ronda el 10% entre la población adulta”, puntualiza la doctora Redondo.
Tanto la vacunación antineumocócica como la antigripal están recomendadas en adultos sanos a partir de los 65 años de edad, debido a que el riesgo de contraer ambas patologías aumenta a medida que lo hace la edad del individuo. Esta recomendación se torna fundamental, sobre todo en el caso del neumococo, cuando éste se manifiesta como enfermedad neumocócica invasiva (ENI). “Cuando hablamos de ENI, es decir, cuando hay presencia de la bacteria en sangre, la tasa de fallecimientos entre las personas de más de 65 años puede llegar al 30% en este grupo de población”, ilustra el doctor Rodríguez.
Pero, además de la edad, se ha descrito que la concurrencia de determinadas condiciones y patologías concomitantes aumentan el riesgo de padecer enfermedad neumocócica, por lo que la recomendación de vacunación también se hace extensiva a los pacientes encuadrados en alguno de los siguientes grupos de población considerados de riesgo: los pacientes crónicos (renal, hepático, respiratorio, cardiovascular y diabetes), los pacientes infectados por el VIH; aquellos pacientes en espera de trasplante y trasplantados de órgano sólido y/o progenitores hematopoyéticos; y los pacientes bajo terapia quimioterápica.
Los mitos en torno la eficacia de las vacunas, el temor a los efectos secundarios o incluso el desconocimiento entre los pacientes inmunocompetentes e inmunodeprimidos sobre la necesidad de inmunización, son algunas de las principales causas que llevan a los pacientes a no vacunarse. En este sentido, la acción de los profesionales de Atención Primaria resulta de vital importancia para reforzar la confianza y la seguridad en las vacunas.
“Desde el grupo de trabajo de Actividades Preventivas de SEMERGEN se recuerda la obligación de los médicos de informar a los pacientes sobre todas las vacunas existentes, sean de calendario o no” aclara la doctora Redondo. También sobre su eficacia, su seguridad y sobre sus efectos secundarios, ya que como remarca la especialista en vacunas de SEMERGEN “solo con una actitud de recomendación proactiva conseguiremos que los pacientes se vacunen y queden correctamente protegidos”.
Prevención con la vacuna conjugada trecevalente
La enfermedad neumocócica constituye una causa importante de morbilidad y mortalidad, lo que da lugar a una elevada carga, en términos de salud y económicos, tanto para el paciente como para la sociedad. Especialmente si tenemos en cuenta que cualquier episodio motivado por esta patología puede desembocar en una hospitalización prolongada y en una importante utilización y gasto de los servicios de salud.
En este sentido, los profesionales médicos valoran la vacunación con la vacuna conjugada trecevalente como la mejor estrategia para frenar el impacto socioeconómico del neumococo. Y es que, a diferencia de la polisacárida, la vacuna conjugada trecevalente es la que ofrece una mejor protección frente a los serotipos más comunes de S pneumoniae en nuestro país. Además, no presenta necesidad de revacunación.
«La vacuna conjugada trecevalente, a diferencia de la polisacárida, actúa frente a la colonización y produce una respuesta de anticuerpos mucho más rápida y que genera memoria inmunitaria. Esto supone un gran avance, ya que los anticuerpos de la vacuna conjugada no tienen que pasar por todas las fases de reconocimiento del antígeno, evitando así que se puedan producir las complicaciones asociadas a esta patología” concluye el doctor Rodríguez.
Acerca de Prevenar 13®
En diciembre de 2009 se aprobó por primera vez en Europa el uso de la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente en lactantes y niños pequeños y, en febrero de 2010 en Estados Unidos. Ahora se encuentra aprobada en más de 120 países de todo el mundo y se incluye como parte del programa de inmunización nacional o regional en más de 60 países.
Prevenar 13® también está aprobada para su uso en adultos de 50 o más años de edad en más de 90 países y para su uso en niños y adolescentes de entre 6 y 17 años en Estados Unidos y la Unión Europea. Recientemente Prevenar 13® ha sido aprobada también en la Unión Europea para su uso en adultos de entre 18 y 49 años, haciendo de ella la única vacuna antineumocócica conjugada aprobada en Europa para la protección frente a la enfermedad neumocócica invasiva desde la infancia hasta la edad adulta.
Pfizer, Trabajando juntos por un mundo más sano
Fundada en 1849, Pfizer es la mayor compañía biomédica que impulsa nuevas iniciativas en favor de la salud. En Pfizer, descubrimos, desarrollamos y ponemos a disposición de los pacientes y de los profesionales sanitarios medicamentos eficaces, seguros y de calidad, para tratar y ayudar a prevenir enfermedades. También trabajamos junto a los profesionales y las autoridades sanitarias para garantizar el acceso a nuestras medicinas, y para ofrecer mejor asistencia sanitaria y apoyo a los sistemas de salud. En Pfizer, todos los colaboradores trabajamos cada día para ayudar a las personas a tener una vida más sana y a disfrutar de mayor calidad de vida.