Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, el día 28 de abril, el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) nos advierte de que el uso de zuecos en el ámbito laboral puede ser perjudicial para la salud de los pies.
- El Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana ha advertido de que su uso generalizado por parte del personal sanitario transmite erróneamente que es un calzado saludable en el ámbito laboral.
- Algunos de los riesgos asociados a su uso habitual son esguinces en el tobillo, dedos en garra, hiperqueratosis o dolor de espalda, entre otras patologías.
Abril de 2015.- En concreto, desde el ICOPCV se ha señalado que el personal sanitario debería abandonar el uso del clásico zueco por un calzado laboral más adecuado: cerrado, ligero, de puntera ancha, con contrafuerte, con cierre con cordones o velcro, tacón ancho, de 3.5 cm de máxima altura, de pieles que no dejen penetrar los líquidos, que permitan la transpiración y que disponga de suela antideslizante y antiestática.
Como el zueco es un calzado inestable, por carecer de una sujeción adecuada, puede ser causa de esguinces de tobillo, dolor de espalda, provocar rozaduras en el empeine por la altura de la pala, al ser abierto por detrás predispone a la aparición de lesiones digitales como los dedos en garra y puede producir duricias plantares en el metatarso y talón.
Además, junto al zueco clásico, en los últimos años se ha puesto de moda el uso de zueco de goma que entraña múltiples inconvenientes como favorecer la sudoración, por lo que debe tener cortes que permitan la ventilación del pie. Esto supone un grave riesgo para el sanitario porque a través de esos agujeros podría sufrir un pinchazo involuntario con agujas o bisturíes o entrar en contacto directo con fluidos corporales si se produjera algún derramamiento de forma accidental.
“Aunque este tipo de calzado no es recomendable, si la actividad del sanitario requiere de pocos desplazamientos, se puede utilizar un zueco abierto por el talón que debe llevar un tira posterior para asegurar la estabilidad y que mejorará la amortiguación de impactos, contribuyendo a un menor desplazamiento entre el pie y el zueco”, ha afirmado Alfredo Martínez, Presidente del ICOPCV.
“Pero si el sanitario manipula cargas o realiza muchos desplazamientos, como ocurre en la mayoría de casos, deben optar por un calzado cerrado”, ha añadido Alfredo Martínez.
El uso generalizado de zuecos por parte del personal sanitario ha transmitido erróneamente el mensaje de que se trata de un calzado saludable y otros profesionales lo han incorporado a su actividad laboral como puede ser el caso de los cocineros, peluqueros o asistentas de limpieza, entre otras.
Desde el ICOPCV se ha insistido en que en el desarrollo de cualquier trabajo debe utilizarse un zapato que sujete bien el pie, permita su correcta movilidad adaptándose a la pisada y amortigüe eficientemente los impactos del talón para evitar las lesiones más comunes asociadas al uso de un calzado laboral inadecuado como pueden ser piernas cansadas, calambres musculares, esguinces de tobillo, dedos en garra, edemas maleolares, fascitis plantares, metatarsalgias, hiperhidrosis, duricias o callos.