Aunque se suela asociar la aparición de cáncer a un hecho fortuito e inevitable, el cáncer no es una cuestión del azar. Los hábitos alimentarios son un factor determinante en su producción. De hecho, se sabe que el consumo excesivo de grasas saturadas provoca la aparición de, al menos, seis tipos de cáncer: colon, recto, mama, endometrio, próstata y pulmón.
Podriamos decir que el cáncer es una «Enfermedad Evitable» al menos en un porcentaje de los casos mediante una buena alimentación, actividad física (treinta minutos diarios son suficientes) y ausencia de tabaco.
Según algunos estudios entre los enfermos que contraen cáncer, un gran porcentaje es fumador u obeso y sedentario. Por lo tanto, es recomendable limitar la ingesta de grasas saturadas y trans, azúcar y sal; ingredientes que se encuentran frecuentemente en tentempiés, alimentos preparados y bebidas.
La obesidad es la segunda causa reconocide de cáncer (después del tabaco), y para evitarla se debe lograr un balance entre la energía que entra y gasta el organismo.
«La grasa que hace mal es la que ponemos en el abdomen, ese exceso de grasa es la que hace que la cantidad de insulina que produce el páncreas sea insuficiente y eventualmente el páncreas mismo empieza a comprometer su capacidad de producir insulina», Dr. Ricardo Uauy, presidente de la Unión Internacional de Sociedades de Nutrición.
Los hábitos alimenticios también están relacionados con las enfermedades Cardiovasculares; detrás de las muertes por problemas del corazón o infarto cerebral están factores determinantes como la hipertensión, el colesterol elevado, el índice de masa corporal elevado y el poco consumo de frutas y verduras.
Esto hace que sea imprescindible modificar los hábitos en la dieta alimenticia. Por ello, en Nutrguia te ofrecemos unos consejos que poco a poco pueden ir modificando nuestros hábitos alimenticios.
Recomendaciones para una vida sana
- Peso
- Es importante mantenerse tan «magro» como sea posible, dentro de los rangos normales de peso, con un Índice de Masa Corporal (IMC) idealmente entre 21 y 23.
- Deporte
- Hacer ejercicio es fundamental para una vida sana, por eso se recomienda realizar actividad física 30 minutos al día, aumentando a 60 minutos diarios cuando el estado físico lo permita.
- Líquidos
- Evitar las bebidas y refrescos azucarados, y aumentar la ingesta de agua a más de 1,5 litros al día.
- Alimentos
- Evitar los alimentos con alta densidad energética (especialmente alimentos procesados con azucar añadido o bajos en fibra o altos en grasa). Las recomendaciones indican que no se deberían tomas alimentos cuya densidad energética no superen las 125 calorías por 100 gramos y bebidas que no excedan las 100 calorías por 100 ml.
- Verduras
- Comer más de una variedad de vegetales, frutas, cereales y legumbres, como judías y garbanzos. Consumir al menos 5 raciones de verduras y frutas todos los días. Es decir 600 gramos diarios.
- Carnes rojas
- Limitar la ingesta de carnes rojas (como vacuno, cerdo y cordero) Es recomendable consumir 300 gramos semanales como máximo (esto corresponde a 2-3 raciones a la semana) y evitar las carnes procesadas. El pescado puede consumirse sin problemas.
- Alcohol
- Si se consumen bebidas alcohólicas, limitarse a una racion diaria para las mujeres y dos para los hombres.
- Sal
- Limitar el consumo de alimentos salados y procesados con sal (sodio). El 80% de la sal que consumimos proviene de los alimentos procesados.
- Suplementos
- No usar suplementos para protegerse contra el cáncer. Aunque algunos estudios hablan de substancias que reducen la probabilidad de padecer algunos tipos de cáncer, una alimentación variada y equilibrada los incluye todos.