- En promedio, los fumadores viven menos años que quienes no fuman, y su salud es peor, pero en algunos casos el tabaquismo les mantiene delgados
NC&T, Julio 2011
Se ha descubierto cómo exactamente la nicotina quita el apetito. El hallazgo también sugiere que podría ser posible desarrollar un fármaco para ayudar a evitar, en fumadores y no fumadores, el ganar kilos de más.
El equipo de investigación, dirigido desde la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, ha comprobado que la nicotina activa un pequeño grupo de neuronas en una sección del hipotálamo que envía la señal de que el cuerpo ya ha satisfecho por unas horas su necesidad de comida.
Bastantes personas son reacias a dejar de fumar porque temen aumentar de peso si abandonan el tabaquismo, tal como comenta Marina Picciotto, coautora del estudio y profesora de psiquiatría, neurobiología y farmacología.
Picciotto es experta en la función de los receptores de nicotina ubicados en la superficie de neuronas. Los receptores de la acetilcolina nicotínica tienen muchas funciones, y en el cerebro son los principales puntos sobre los que actúa la nicotina.
Yann Mineur, investigador del laboratorio de Picciotto, estaba estudiando un posible fármaco para la depresión que actúa sobre estos receptores, cuando notó que los ratones que recibían el medicamento comían menos que los que no lo recibían.
Con la ayuda de científicos de la Universidad Carleton en Ottawa, Canadá, la Universidad de Hawái y la Academia Baylor de Medicina, en Estados Unidos, Mineur y Picciotto investigaron sobre las causas del fenómeno.
En sus experimentos, los investigadores encontraron que el fármaco experimental activaba un tipo específico de receptor de nicotina, que a su vez activaba el subconjunto de neuronas POMC en el hipotálamo. El equipo también constató que cuando los ratones eran sometidos a la nicotina, los que carecían de la vía POMC no bajaban de peso, a diferencia de los que la tenían intacta.
Los investigadores también han comprobado que estos receptores son de un tipo diferente al que es conocido por activar el deseo de fumar en los fumadores. Esto sugiere que es posible conseguir un efecto de supresión del apetito sin activar los centros de recompensa del cerebro.