Puedo imaginarme a mis abuelas (Adoración y Lola) frente a los fogones, ante una gran cacerola y con sendas cucharas enormes de madera. Mueve que «Dulce de membrillo… ¡bienvenida al otoño!»
Puedo imaginarme a mis abuelas (Adoración y Lola) frente a los fogones, ante una gran cacerola y con sendas cucharas enormes de madera. Mueve que «Dulce de membrillo… ¡bienvenida al otoño!»