25 %
de la sal que consumimos no nos llega del salero sino de los alimentos que ingerimos. Algunos expertos aconsejan consumir sólo 6 g. de sal diaria, pero más eficaz para prevenir la hipertensión es dejar de utilizar el salero en la mesa. De ese modo reducimos el consumo en un 25 % e ingerimos unos 10 g. diarios.