Comienza la temporada de Picotas del Jerte

El Valle del Jerte se prepara desde principios de junio para la recolección de las primeras Picotas, las únicas de España que cuentan con Denominación de Origen Protegida. Ha habido que esperar un año para poder disfrutar de este exclusivo fruto ya que, por madurar siguiendo el ciclo natural de los cerezos del Valle del Jerte y por no llevar ningún tipo de sustancia artificial para su conservación, sólo puede consumirse durante unos dos meses y medio al año. Pero la espera ha merecido la pena. Tras abandonar su pedúnculo en el árbol de forma natural e inundar las tierras extremeñas del Jerte, las cuatro variedades de Picotas del Jerte llegan al mercado a mediados del mes de junio con la calidad que garantiza el consejo Regulador y el sabor y textura que las hace inconfundibles.

Bajo la Denominación de Origen “Cereza del Jerte” se cultivan una variedad de cereza, la Navalinda, y cuatro de picotas, Ambrunés, Pico Negro, Pico Colorado y Pico Limón Negro. Tras un periodo largo de lluvias en el que el 70-80% de la cereza con pedúnculo se ha estropeado, los agricultores de la zona se preparan para la esperada recolección de sus preciadas Picotas del Jerte, que se diferencian del resto de las variedades porque llegan al consumidor sin pedúnculo ya que éste se desprende del árbol de forma natural. Su recolección se hace una por una y de forma manual y se depositan en las tradicionales cestas de castaño, que conservan su frescura y evitan que se dañen, para posteriormente ser seleccionadas y pasar los estrictos controles de calidad del Consejo Regulador. Un día después de haber estado suspendidas en el cerezo, llegan al consumidor con el sello de calidad de la Denominación de Origen “Cereza del Jerte”.

Un rico y nutritivo manjar

La picota del Jerte, de color rojo vinoso, textura firme y crujiente y sabor dulce, es un manjar exclusivo ideal para combatir el calor en primavera y verano. De excepcional frescura, contiene escasas calorías (por su contenido en agua) e interesantes propiedades nutritivas:

  • Un 85% de agua, por lo que aplaca la sed con su delicioso dulzor.
  • Bioflavonoides, que retrasan el envejecimiento celular.
  • Vitaminas C y A que ayudan a mantener la piel suave e hidratada protegiéndola de los rayos solares y favoreciendo el primer bronceado del año.
  • Ayudan a mantener la línea, dado que esta diminuta pero tentadora fruta gracias a sus propiedades depurativas y a su contenido en fibra ayudan a eliminar toxinas y líquidos y a reducir el nivel de colesterol.
  • Son saciantes y apenas contienen calorías (cien gramos –unas 10 picotas- aportan alrededor de 70 kcal).
  • También son conocidas por otros importantes beneficios para la salud ya que ayudan a reducir los niveles de ácido úrico y a aliviar y prevenir la gota, y, al ser una fruta rica en carotenos, disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

D.O. Cereza del Jerte

El nombre de Jerte o Valle del Jerte tiene una estrecha relación con las cerezas, asociando en España un gran número de consumidores de forma casi automática el lugar con el producto cereza, o viceversa. La zona es pues muy conocida por la excelencia de sus cerezas y, en particular, de sus Picotas del Jerte, siendo esta fama resultado del trabajo añadido por los agricultores, generación tras generación, quienes desde antiguo fueron transformando en fértiles las incultas y asilvestradas laderas de la comarca que se vieron humanizadas en virtud de sucesivos abancalamientos.

Su historia

En el siglo XVIII, la zona era descrita por los cronistas como un auténtico paraíso frutal, por la variedad y calidad de sus productos.
En concreto el cerezal progresó muy rápido debido a que estaba asentado ya en estos valles desde siglos atrás. Se conjetura que fue introducido por los árabes y que, tras la Reconquista, los nuevos colonos lo encontraron adaptado a estas tierras. Pero no es hasta el siglo XIV cuando aparecen pruebas fehacientes de su existencia.

El 2 de junio de 1352 una comitiva de emisarios del Rey de Navarra que se dirigía a Sevilla, se detuvo e hizo noche en Cabezuela del Valle, uno de los pueblos de la comarca. Los ilustres caballeros, que en cada zona iban alimentándose de los productos más característicos y disponibles, degustaron aquí truchas y cerezas, lo que indica que ya por entonces la cereza era un producto que destacaba y que tenía calidad suficiente para ofrecérselo a los viajeros más distinguidos.

En los siglos siguientes el cultivo se mantuvo e incrementó. El famoso médico español Luis de Torom, en el siglo XVI se refiere a las cerezas del Jerte y las distingue por su tamaño, color y sabor:
«…verás también como género de cerezas, que ni Persia las tiene mejores. Cerezas de un gusto y tamaño extraordinario, rojas, negras de un color intermedio parecido al vino.»

Será con la quiebra del castañar, en el siglo XVIII, cuando el cerezo empieza a perfilarse como una auténtica alternativa económica. A finales de este siglo el cerezal ganará espacio en el Valle del Jerte. Cabezuela del Valle, Navaconcejo, Rebollar, Valdastillas y Casas del Castañar se decantan pronto a su favor y, más tarde, a lo largo del s. XIX, el cerezo irá asentándose en empinadas bancales por el resto de los téminos municipales.

En las primeras décadas del siglo XIX los cronistas aseguraban ya que lo mejor de la zona «…son las cerezas que, por ello, son muy estimadas en la Corte…» Durante todo este siglo el cerezo se extenderá definitivamente por todos los pueblos y, de esta forma, en los albores del siglo XX la zona era ya muy conocida por «los productos que exporta, en especial por las deliciosas cerezas.»

Zona geográfica de producción

La Denominación de Origen Protegida «Cereza del Jerte» ampara exclusivamente a cerezas originarias del área de producción situda en las comarcas del norte de la provincia de Cáceres y enclavadas en la zona de agricultura de montaña Trasierra-Gredos Sur. Esta zona posee características geográficas, físicas, históricas y culturales muy específicas y homogéneas.

El cultivo se asienta en pequeñas fincas abancaladas, situadas en las laderas dispuestas en umbría o solana. Las explotaciones tienen una dimensión media de 1,6 hectáreasw, generalmente divididas en varios trozos o parcelas.

La estructura de la propiedad y las condiciones impuestas por la difícil topografía, configuran un paisaje ajardinado de pequeños bancales sostenidos por paredes de piedra que obligan a unas condiciones de laboreo que limitan la mecanización en gran medida.

Variedades protegidas

El producto certificado por este Consejo Regulador es cereza de mesa para su consumo en fresco. Las variedades locales que mayor volumen de producción aportan son las agrupadas bajo el nombre genérico «Picotas del Jerte» cuya característica principal es que no presentan pedúnculo, al desprenderse éste de forma natural en la recolección manual, como ya vimos anteriormente.

El origen de todo este tipo de variedades es exclusivamente local, por lo que su procedencia está en esta zona geográfica. Los intentos de plantación de dichas variedades en otras latitudes han tenido hasta ahora poco éxito, al prosperar mal cuando las condiciones de suelo, altitud, insolación, humedad y régimen de vientos no son apropiados.

Las características del producto están determinadas por la utilización de un material vegetal específico, adaptado y aclimatado a las condiciones ambientales dominantes en la cuenca jerteña y los valles colindantes, pero también por las peculiaridades de un sistema de producción que mantiene al cerezal sujeto a tradiciones culturales que se apoyan en el minifundio y en la organización familiar del trabajo. Las explotaciones ubicadas en parcelas abancadas situadas en laderas de fuertes pendientes y de difícil mecanización, permiten equilibrar los bajos redimientos obtenidos con la calidad superior de un producto manifiestamente genuino e irrepetible.

Los agricultores del Jerte recogen las frutas una a una, y a mano a la manera tradicional.Para ello emplean cestas de castaño, las más adecuadas para evitar daños a las cerezas. La cereza es una fruta que sólo podemos consumir durante la primavera y el verano. Existen más de 40 variedades de cerezas en el Valle del Jerte, la más característica es la llamada Picota cuya particularidad coniste en peder de forma natural el pedúnculo, durante la recolección.

Las variedades amparadas en el Reglamento de la Denominación de Origen Protegida «Cereza del Jerte» son las cuatro variedades tipo «Picota», es decir:

  • Ambrunés
  • Pico Limón Negro
  • Pico Negro
  • Pico Colorado

Y la variedad de cereza:

  • Navalinda

Calibres según las variedades

  • Variedad Navalinda:
    • Categoría primera: mayor o igual a +22 mm.
    • Categoría extra: mayor o igual a +24 mm.
  • Variedad «Picota del Jerte», se consideran categorías:
    • Primera +21 mm.
    • Extra +24 mm.
    • Extra +26 mm.
    • Extra +28 mm.

Técnicas de cultivo

En la zona predominan las explotaciones de muy pequeña dimensión. De acuerdo con los datos recogidos en el Registro de Productores de la Denominación de Origen Protegida «Cereza del Jerte» el tamaño medio se sitúa en 1,6 Ha., siendo de 4,5 el número de parcela por explatación.

La mayor parte de las explotaciones recurren a la mano de obra familiar para realizar las tareas principales, especialmente la recolección, una de las más arduas y que exige un elevado grado de adiestramiento por ser totalmente manual y por la delicadeza y fragilidad del fruto. La recolección abarca entre 12 y 15 semanas, en condiciones climatológicas normales y se extiende desde finales de abril a principios de agosto.

Una vez que el fruto se ha recolectado se procede al laboreo que exige la atención parcial y discontinúa del agricultor. Debido al carácter accidentado de la zona y a las tortuosas pendientes, la inversión en horas de trabajo es muy elevada. Las labores que mayor tiempo acaparan al agricultor son las de abonado y arado.

Los marcos de plantación están condicionados por la estrechez de los bancales que, en una altísima proporción, no admiten más de una única línea de árboles.

Las cifras

A inicios del presente año (2008) se realizó la labor de actualización del Registro de Productores y explotaciones de la Denominación de Origen «Cereza del Jerte». Del resultado de estas actualizaciones se obtienen los siguientes datos:

  • Los agricultores con explotaciones inscritas ascienden a 3.692.
  • La superficie total de las explotaciones inscritas alcanza 8.281 hectáreas.
  • La producción potencial según la media de los últimos años, de las variedades avaladas se sitúa en 10.500.000 kgs.
  • El número de parcelas inscritas asciende a 20.471.
  • El número de árboles inscritos es de 235.260.
  • Las empresas inscritas en el año 2007 son:
    • Agrupación de Cooperativa Valle del Jerte, S.C.L.-Valdastillas.
    • Cooperativa del campo-Navaconcejo.
    • Grupo Alba Internacional-Plasencia.
    • Valgren S.L.-Cabezuela del Valle.

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