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Logroño, 1 de marzo de 2011.- En osteoporosis hay que ampliar el campo de actuación porque la realidad clínica relacionada con esta patología no está limitada únicamente a la OP posmenopáusica. Así lo ha puesto de manifiesto el Dr. Luis Pérez Edo, del Servicio de Reumatología del Hospitales del Mar y de la Esperanza de Barcelona durante el IV Simposio de Patologías Metabólicas Óseas de la Sociedad Española de Reumatología (SER), que se acaba de celebrar en Logroño.
Y es que, ha explicado, entre otras novedades, “debemos prestar especial atención a la osteoporosis masculina, que se da en uno de cada cuatro casos de osteoporosis, es decir, cerca de medio millón de hombres en nuestro país. El origen es muy distinto frente a los casos femeninos, dato muy importante y necesario para una evaluación correcta de su manejo”.
En concreto, el especialista se ha referido al nuevo documento de consenso en el tratamiento de la osteoporosis que acaba de publicar la Sociedad Española de Reumatología. En él, ha explicado, “se hace referencia al cambio de paradigma de la enfermedad y de su abordaje, entre otras cosas, a causa de su incidencia entre los hombres”.
El tejido óseo del cuerpo humano se renueva continuamente, gracias a la sustitución de hueso caduco por hueso nuevo. En el sexo masculino la insuficiente formación de hueso nuevo es la causa de la osteoporosis a diferencia de la femenina en la que se destruye más que se forma.
La incorporación del abordaje de la osteoporosis secundaria asociada a corticoides, se debe a que distintas patologías, especialmente en Reumatología, requieren tratamiento con corticoides. “El efecto nocivo de estos fármacos sobre el metabolismo óseo es bien conocido, por lo que se ha considerado esencial incluir en este documento las directrices que actualmente se están poniendo en práctica”, ha precisado el Dr. Pérez Edo.
En este sentido, la Dra. Melania Martínez, médico interno residente de Reumatología del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona), ha explicado que “el tratamiento con glucocorticoides es la causa más frecuente de osteoporosis farmacológica, ya que estos medicamentos reducen el número y la función de los osteobalstos (células óseas involucradas en el crecimiento del hueso) y aumenta la vida media de los osteoclastos (células que degradan el hueso)”.
Entre un 18 y 22% de las mujeres jóvenes premenopáusicas que siguen un tratamiento prolongado con glucocorticoides y altas dosis de prednisona (corticoide), desarrollan osteoporosis. La incidencia está relacionada con la dosis y duración del tratamiento, si bien se desconoce con exactitud el riesgo de fracturas a largo plazo, ha añadido la experta.
El escaso conocimiento y la falta de directrices en el manejo ha motivado consensuar un plan de actuación en un grupo especial de mujeres que no han llegado a la menopausia pueden sufrir una osteoporosis. Este es un punto especial en el que se quiere incidir ya que en muchas guías en el campo de la OP no la incluyen.
Respecto al “talón de Aquiles” en el tratamiento de los pacientes con osteoporosis, el experto ha indicado que “sigue siendo el bajo cumplimiento terapéutico, por diferentes motivos. Entre ellos, cabe destacar que se trata de una enfermedad silente (no causa síntomas visibles en una primera etapa), que no se valoran o no se reconocen bien sus consecuencias, que gran parte de los pacientes están multitratados y porque, en algunas ocasiones, los efectos secundarios de ciertos fármacos dificultan la persistencia en el tratamiento”. De hecho, y según estudios realizados, solo el 25% de pacientes con esta enfermedad sigue con el tratamiento prescrito por su médico un año después de haberlo iniciado, mientras que el 75% restante lo abandona por distintas causas.
Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha determinado una herramienta –denominada algoritmo FRAX®- disponible ‘on-line’, que proporciona información del riesgo de fractura que presenta cada persona “Es un instrumento de apoyo, porque la opinión del profesional es la que cuenta finalmente”, ha asegurado el experto, sin embargo, ha añadido, con sus resultados, que se basan en modelos individuales que combinan e integran factores clínicos de riesgo con la densidad mineral ósea (DMO) del cuello femoral, se puede tomar la decisión de iniciar o no un tratamiento.