Phyto Soya

Los laboratorios farmacéuticos han comercializdo productos formulados con isoflavonas de soja que han ido adaptando a los datos demostrados en los estudios durante estos años. En concreto, Phyto Soya fue el primer producto comercializado en España con isoflavonas, en la categoría de complemento nutricional. En Mayo del año 2001 las Autoridades Sanitarias concedieron el registro de medicamento a Phyto Soya, también el primero en esta categoría. Y en ese mismo año, se comenzaron varios estudios clínicos con Phyto Soya que han demostrado su eficacia y también su seguridad.

La dosis diaria de Phyto soya forte permite equiparar el aporte de isoflavonas de soja al de la dieta oriental.

  • Alivio de los sofocos y otros síntomas asociados a la menopausia
  • Composición:
    • 35 mg de isoflavonas de soja / cápsula
  • Posología
    • 1 cápsula por la mañana y 1 cápsula por la tarde. Según la intensidad de los síntomas, se puede disminuir la toma a 1 cápsula al día.
  • Presentación
    • Disponible en 2 presentaciones. Envase de 60 y 30 cápsulas.
  • PVP:
    • Disponible en envases de 30 y 60 cápsulas
    • Envase de 30 cápsulas: 14,20 €
    • De venta en farmacias y parafarmacias.

20 años de estudio de las Isoflavonas de soja

Un informe recientemente publicado ha hecho un repaso de los numerosos estudios clínicos llevados a cabo para demostrar la acción de las isoflavonas de soja en el hombre durante los pasados 20 años. En los años 40 estas sustancias atrajeron la atención de la comunidad científica por su actividad en la fertilidad de las ovejas. Este hecho se observó en aquellas que habían ingerido trébol rojo (una planta rica en isoflavonas). En los años 50 se observó que, sin ser hormonas, tenían un efecto similar a los estrógenos y por ello podían ser interesantes para las mujeres durante la menopausia. No fue hasta los 90 cuando el Instituto Nacional del Cáncer en EEUU mostró los primeros datos acerca del efecto de las isoflavonas en la prevención del cáncer.

No obstante y sin lugar a dudas, los estudios más numerosos se centran el la actividad de estas sustancias en la prevención de los sofocos y la osteoporosis durante la menopausia. En el año 1995 la comunidad científica plantearon las isoflavonas de soja también como alternativa interesante a la THS (Terapia Hormonal Sustitutiva).

Fue en el 2002 cuando se descubrieron algunos detalles del metabolismo de las isoflavonas que indicaban como ciertos individuos contaban en su tracto intestinal con determinadas bacterias capaces de metabolizar las isoflavonas (daidzeina principalmente) en otras sustancias también activas (equol). Este hecho ponía en evidencia que estos individuos respondían más eficazmente a los tratamientos con isoflavonas que los que no contenían estas bacterias.

Es una época en la vida de la mujer marcada por el cese permanente de la actividad de los ovarios que dejan de producir hormonas sexuales femeninas, fundamentalmente estrógenos, y la mujer pierde su capacidad reproductiva.
A corto plazo, esta carencia de actividad ovárica tiene como consecuencia directa síntomas tan característicos como los molestos sofocos, nerviosismo, insomnio, irritabilidad y sequedad cutánea. A largo plazo, existen otros no menos importantes tales como *las enfermedades cardiovasculares y la
osteoporosis. En particular, entre sus consecuencias para la piel destacamos
la sequedad, como consecuencia de la disminución de la actividad de las
glándulas sebáceas. Además, la piel se afina y pierde su elasticidad; las
arrugas se agudizan. Es frecuente que aparezca un tono pálido y una
disminución de la renovación celular.

Son sustancias de origen vegetal de estructura química similar al estradiol (hormona femenina), pero sin ser hormonas. Su fuente más rica es la soja, un alimento básico en los países asiáticos en donde la mujer tiene una baja incidencia de sofocos durante la menopausia y un índice mucho menor de enfermedades cardiovasculares y osteoporosis que la mujer europea. Esta fue la pista para dar con la soja como un suplemento ideal para la mujer madura. Como promedio, en estos países se consumen 40 mg diarios de isoflavonas frente a los 5 mg aportados por nuestra dieta.