Bodega Grand Siècle

Lo mejor de lo mejor con lo mejor Bernard de Nonancourt

Bernard de Nonancourt tomó las riendas de la Maison Laurent-Perrier en 1948. La singularidad de su proceso de creación se centra en tres palabras: pureza, frescura y elegancia; como la filosofía y el estilo de la firma.

La Maison Laurent-Perrier, en contra de los métodos en uso, desde el primer momento prefirió tanques de acero inoxidable en lugar de tradicionales barricas de roble. Esto, en sí mismo, fue una revolución al buscar un perfecto control de las fermentaciones, el desarrollo de sabores afrutados y la pureza. En 1959, la quinta esencia de esta nueva visión se materializa en la creación del Grand Siècle. Lo mejor de cada vendimia: lo mejor de lo mejor con lo mejor, los mejores viñedos, las mejores uvas y las mejores añadas, resumió Bernard de Nonancourt.

Cada momento de estos 60 años ha sido marcado por el desarrollo y ha culminado con la creación de una nueva bodega coincidiendo con el Bicentenario de Laurent-Perrier.

La nueva bodega

Para la Maison de champagne francesa, el arte, las líneas elegantes, las cosas y lugares bellos son inseparables de la labor cotidiana, durante los años de envejecimiento. En la década de 1960, se hizo la primera bodega de acero vitrificado presentada con el mismo orgullo y valor como hubiera sido una bodega de barricas de roble; modo en el que surge el Grand Siècle. Esto se utiliza como herramienta dedicándose por completo a la precisión, pero también es un objeto puro, digno de admiración, lo que provocó las miradas de emoción de los primeros excépticos.

Para descubrir este nuevo espacio, hay que descender a las cuevas, siguiendo las escaleras y galerías abovedadas, como un camino secreto. Las luces son suaves y el ruido apenas un murmuro. Protegido por un doble cristal y cerraduras están los catorce tanques de separación con una capacidad de 110 hectolitros distribuidos en torno a un pasillo central.

Aquí se cultivan varios grandes vinos de la Côte des Blancs y Montagne de Reims, esperando dos años desde la vendimia de Laurent-Perrier para la llegada de un gran año hasta complementar el equilibrio perfecto. En esta Bodega dedicada a los vinos de reserva se centra lo mejor para el futuro Grand Siècle. En tanques cilíndricos de doble pared de acero inoxidable, el vino florece protegido plenamente del aire para evitar la oxidación, que podría alterar su elegancia y causar envejecimiento prematuro.

El aire acondicionado y la ventilación es proporcionada por una estructura con forma de arco para hacer circular el aire por sí solo, una sala de catas cierra la perspectiva de este espacio. Las líneas son limpias, ordenadas, ajustadas expresando la pureza, la elegancia y la frescura.

JEAN-MICHEL WILMOTTE

Es el arquitecto y autor de este nuevo espacio. Alexandra y Stéphanie de Nonancourt, hijas de Bernard de Nonancourt, se han ayudado de esta estructura mejorada por una mente sobria y tensa como el vino. Las luces y los materiales crean un ambiente de tranquilidad y excelencia. La mayor preocupación que rige su trabajo es la integración, y es donde la arquitectura encuentra su expresión más justa.