Cafeína y disminución de la fatiga

  • Un artículo en «Medicina Clínica» concluye que su efecto ergógeno es mayor cuando se ingiere en forma de complementos que cuando se toma mediante el consumo de café.

JANO.es, 02 Diciembre

El efecto ergógeno de la cafeína es mayor cuando se ingiere en forma de complementos que cuando se toma la misma cantidad mediante el consumo de café, según señalan los autores de un artículo publicado en «Medicina Clínica».

El efecto potencial de la cafeína en la disminución de la percepción de la fatiga empezó a estudiarse a principios del siglo XX, pero no fue hasta finales de la década de los años 1970 cuando las investigaciones sobre su efecto ergógeno hicieron que se popularizase su uso como ayuda a los deportistas.

Los autores del artículo revisan diversos aspectos relacionados con la cafeína y sus efectos ergógenos en distintas modalidades de ejercicios físicos. En sus conclusiones indican que la toma de cafeína mejora la capacidad de resistencia durante el ejercicio, aunque su efecto en deportes de intensidad elevada y duración breve aún es motivo de debate. El efecto ergógeno se debe principalmente a su capacidad de disminuir la fatiga y la percepción subjetiva de esfuerzo, mediante el bloqueo de los receptores de adenosina y/o a su acción directa en el músculo y su capacidad contráctil. Los efectos ergógenos de la cafeína en ejercicios de más de una hora de duración pueden conseguirse –según los autores– a partir de dosis muy pequeñas (1-3 mg/kg), cuando se consume antes y/o durante el ejercicio, sin que haya una relación entre la dosis y la respuesta.

Los efectos de la cafeína difieren entre los individuos dependiendo de la edad, el sexo, el tamaño corporal, el grado de entrenamiento, la tolerancia y la habituación a esta sustancia. Hay personas que no responde a la cafeína e incluso algunas experimentan efectos secundarios (nerviosismo, dolor de cabeza, insomnio, etc.) que pueden afectar de forma negativa a su rendimiento (efecto ergolítico). Estos síntomas son más frecuentes con dosis elevadas.

Se ha observado –dicen los autores– que el efecto ergógeno de la cafeína es mayor cuando se ingiere en forma de complementos que cuando se toma la misma cantidad a través del consumo de café. Aunque las concentraciones plasmáticas alcanzadas sean similares en ambos casos, parece que en el café hay alguna sustancia con un efecto antagónico en la acción ergógena de la cafeína, ya que el consumo de bebidas refrescantes con cafeína sí produce el mismo efecto ergógeno que el uso de complementos.