Nuevas evidencias de los beneficios del consumo diario de los frutos secos para la salud cardiovascular

  • Los frutos secos reducen más el colesterol en personas delgadas y que siguen una dieta poco saludable
  • La respuesta del colesterol al consumo de frutos secos depende del índice de masa corporal. Así se desprende del último estudio realizado por investigadores del Hospital Clínic de Barcelona y de la Universidad de Loma Linda de California (Estados Unidos). La reducción del colesterol también es mayor en personas que siguen una dieta poco saludable y en las que tienen niveles más elevados de colesterol LDL (el llamado “colesterol malo”).
  • El consumo de cerca de 70 gramos diarios de todo tipo de frutos secos (nueces, almendras, avellanas, pistachos, etc.) reduce el colesterol total un 5,1% y el colesterol LDL un 7,4% en promedio. Los beneficios de comer habitualmente frutos secos también son patentes en una reducción del 10% de los triglicéridos en personas con niveles altos (por encima de los 150 mg/dl).
  • El trabajo recoge los datos individuales de 25 estudios con frutos secos, seis de ellos con nueces, realizados en siete países diferentes y con un total de 583 hombres y mujeres con cifras variables de colesterol sin medicación para tratarlo.

Mayo 2010. Es bien sabido que los frutos secos son un regalo para el corazón. Un nuevo estudio, publicado en el último número de la revista científica Archives of Internal Medicine, no sólo lo confirma sino que además va más allá en determinar sus efectos concretos en función del perfil de las personas. El consumo diario de 67 gramos de frutos secos reduce en mayor medida los niveles de colesterol total y colesterol malo o LDL entre las personas delgadas, según el trabajo liderado por el Dr. Emilio Ros, Jefe de la Unidad de Lípidos del Hospital Clínic de Barcelona y miembro del CIBER de Obesidad y Nutrición, y el Dr. Joan Sabaté del Departamento de Nutrición, Epidemiología y Bioestadística de la Universidad de Loma Linda en California (Estados Unidos),

Según las conclusiones del estudio, el consumo diario de frutos secos, entre ellos nueces, reduce el colesterol total en un 5,1% y el colesterol LDL o malo en un 7,4%. El Dr. Emilio Ros explica que “hemos comprobado que la respuesta del colesterol a los frutos secos depende del índice de masa corporal: cuanto menor es éste mayor es la reducción de los niveles de colesterol, mientras que el efecto en las personas obesas es más moderado”.

En España, el 20% de la población mayor de 18 años presenta un nivel de colesterol excesivo, con cifras superiores a los 250 mg/dl, según datos de la Sociedad Española de Cardiología. El trabajo del Hospital Clínic y la Universidad de Loma Linda también confirma que este colectivo es quien más se beneficia el consumo diario de nueces, avellanas, pistachos, etc. El Dr. Ros subraya que “las personas cuyas cifras de colesterol son más altas experimentan una disminución más acusada que aquellas con cifras cercanas a las normales”.

Los beneficios de los frutos secos no se detienen aquí. Según el trabajo, la reducción del colesterol con el consumo diario de nueces u otros frutos secos también es significativamente mayor en personas que siguen una dieta poco saludable que entre aquellos que siguen una dieta baja en grasas saturadas. Asimismo este análisis ha permitido detectar que los frutos secos no sólo contribuyen a reducir el colesterol sino también los triglicéridos, en concreto en personas con niveles elevados de estas grasas en sangre, superiores a los 150 mg/dl. Los niveles de triglicéridos se redujeron en un 10,2% en promedio.

25 estudios analizados

El equipo de expertos dirigido por el Dr. Ros y el Dr. Sabaté compiló los datos individuales de la respuesta a dietas enriquecidas en frutos secos de un total de 583 adultos, a partir de 25 estudios dietéticos realizados en siete países distintos. Las personas participantes, con cifras altas o normales de colesterol y sin seguir ningún tratamiento con medicamentos para reducirlas, añadieron una dosis diaria de frutos secos a su dieta durante un período de tiempo que osciló entre las tres y las ocho semanas.

Según las conclusiones del estudio, parcialmente financiado por el International Nut and Dried Fruit Council (INC), no se apreciaron variaciones significativas en la respuesta del colesterol en relación al tipo de fruto seco consumido, pero ésta se relacionó con la dosis diaria (a mayor consumo de frutos secos, mayor reducción del colesterol).

Con estos hallazgos se confirma la idoneidad de incluir los frutos secos como las nueces en dietas terapéuticas para prevenir las enfermedades del corazón ya que, además de reducir el colesterol, son ricos en otros nutrientes beneficiosos, fibra, minerales y vitaminas.