Dietas hipocalóricas… culpables de la obesidad

» Hay que olvidar que la obesidad es un problema de comida y considerarlo como un problema de metabolismo.»

Periodicodigital.com, 24 de octubre de 2008

Que alguien diga en los tiempos que corren que es posible comer de todo y no engordar parece una quimera. Abundan las recetas cuasimágicas que prometen bajar de peso consumiendo la menor cantidad de calorías posibles.

Sin embargo, en plenos Juegos Olímpicos se dio a conocer en los medios la dieta de 10 mil calorías diarias que llevaba adelante el multipremiado nadador norteamericano, Michael Phelps. Calorías que no llega a «gastar» en su intensa rutina.

¿Qué es lo que sucede, entonces? «Hasta ahora la realidad es que los tratamientos contra la obesidad se basaron en disminuir las calorías de la alimentación y mi experiencia en pacientes con obesidad es de años de recibir personas que hicieron dieta y no funcionaba», comentó el médico Endocrinólogo Carlos Graschinsky (MN 49.722).

El profesional notó, además, en su consultorio una «alta incidencia de hipotiroidismo» (enfermedad caracterizada por una disminución en la producción de hormonas tiroideas por la glándula tiorides), que hace 30 años era del 1,2% y ahora, cerca de 10%. «Una de las causas se relaciona a las dietas hipocalóricas», opinó.

«El organismo adapta su funcionamiento a las necesidades», dijo el profesional a Infobae.com y comparó lo ocurrido en la evolución del hombre con lo que sucede con la alimentación: «El hombre se cubría con pelos, era velludo porque lo necesitaba ante la falta de vestimenta. Con la comida pasa algo similar, ya que si una persona come poco, el metabolismo se adecua a eso».

Y cuando la dieta se prolonga en el tiempo -siguió Graschinsky- «el metabolismo se enlentece y baja su funcionamiento porque tiene que metabolizar menos; disminuye su metabolismo basal».

Según él, las dietas al principio «sirven» para bajar de peso, pero «cuando el organismo se adapta deja de bajar y después se sube».

El profesional diferenció entre las personas que hacen dieta y su metabolismo se adapta a ese tipo de alimentación -de quienes dijo que «comen poco y tienen metabolismo lento»- y aquellos que comen «mucho» y hacen actividad física, cuyo metabolismo puede ser normal.

«El metabolismo se enferma porque no tiene la capacidad de quemar cuando se come en exceso porque se acostumbró a funcionar poco», explicó el endocrinólogo, para quien «hoy ante el exceso de peso se indican dietas que enferman el metabolismo y esa persona corre el riesgo de ser obesa para toda la vida».

Así es que habló del «concepto viejo» de que comer menos calorías de las que se gastan adelgaza y propuso «olvidarse que la obesidad es un problema de comida y pensarlo como un problema de metabolismo».

A ese «viejo concepto» opuso el «nuevo» de «quitar la dieta del foco de atención y llevarlo a la vida sedentaria», ya que la vida actual «hace que cada vez hagamos menos actividad física».

«Para que el metabolismo funcione es imprescindible ‘gasto'», subrayó Graschinsky y aseguró: «Alguien que camine una hora por día puede comer de todo y no va a engordar, salvo que por algún problema de salud (como diabetes o colesterol) haya algo que no pueda comer o se trate de una persona con cierta compulsividad a la comida».