75 aniversario de las D.O.de vinos de España

Las Denominaciones de Origen fueron reconocidas en el Estatuto del Vino del año en 1932, por tanto han cumplido 75 años, una fecha que el MAPA ha querido conmemorar de forma adecuada, el pasado miércoles 7 de noviembre.

  • Se ha reconocido el trabajo de las 21 Denominaciones de Origen de aquella fecha que aún continúan vigentes así como de 8 Estaciones Enológicas, figura clave en la investigación y experimentación vitivinícola, creadas con el objeto de dar servicios de formación a los viticultores y favorecer la experimentación y la mejora de las prácticas vitícolas y enológicas.
  • El acto de celebración se ha complementado con una exposición en la sede del MAPA de carteles publicitarios originales de vinos, que abarca el periodo de 1890 a 1960 y que tiene como lema “Una mirada sobre el vino”.

Reconocidas en el Estatuto de 1932

Las Denominaciones de Origen fueron reconocidas en el Estatuto del vino de 1932 y de ellas las 21 condecoradas continúan identificando y prestigiando los vinos de España, son las de “Alella, Alicante, Cariñena, Conca de Barberá, Condado de Huelva, Jerez–Xeres-Sherry y Manzanilla Sanlúcar de Barrameda, La Mancha, Málaga, Montilla-Moriles, Navarra, Penedés, Priorato, Ribeiro, Rioja, Rueda, Tarragona, Toro, Utiel–Requena, Valdepeñas, y Valencia”.

También se ha destacado la labor de las primeras ocho Estaciones Enológicas exitentes en el momento de la publicación del Estatuto y que persisten con fines similares en la actualidad. Su dedicación y especialización ha contribuido a mejorar la transparencia en las relaciones comerciales, a innovar en materia de prácticas enológicas y vitícolas así como a dar respuesta a problemas técnicos que se presentaban, contribuyendo de manera decisiva a la formación de personal técnico a todos los niveles.

Las primeras Estaciones Enológicas se situaban en Alcázar de San Juan, Almendralejo, Haro, Jerez de la Frontera, Jumilla, Requena, Reus y Vilafranca del Penedés.

Reconocimiento de las Denominaciones de Origen

En 1932, el Gobierno de la República a propuesta del Ministro de Agricultura, Industria y Comercio D. Marcelino Domingo y Sanjuán adoptó mediante Decreto publicado el 13 de Septiembre de 1932 el Estatuto del Vino que fue sancionado como Ley al año siguiente.

Este Estatuto tenía como objetivo fundamental reorganizar la vida económica de España fomentando con especial cuidado aquellas producciones en las que se “asentaba la riqueza nacional”. Desde este punto de vista se reconocía la vitivinicultura como una de las producciones que más requería de una política económica específica.

Este Estatuto fue novedoso no solo por su trascendencia en el desarrollo de una política de calidad para el vino sino por las mejoras que introducía y la modernidad que imprimía a un sector que demandaba con urgencia una racionalidad en la gestión y una mayor transparencia en el mercado. Los principios sobre los que se fundamentaba esta disposición son todavía de actualidad: el fomento del espíritu colectivo, la necesidad de dar transparencia al mercado evitando fraudes, la protección de la calidad y de las denominaciones de origen, la adaptación de la producción al consumo o la racionalización de las plantaciones y son algunos de los aspectos que se apuntan tanto en la nueva OCM del vino – Organización Común de Mercados- como en la Estrategia Vino 2010 presentada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Regulación, impuestos, inspección…

Este Estatuto de 1932 regulaba la producción y el mercado, mediante la definición de sus productos, su elaboración, conservación y crianza, las prácticas permitidas y prohibidas, las declaraciones estadísticas y los documentos para la circulación y registro de los productos, la protección en el mercado de nombres reconocidos, la regulación de los establecimientos de venta, la formación de los vitivinicultores, la regulación de impuestos y el procedimiento sancionador. Hacía también un especial hincapié en la exportación, por la importancia económica de esta actividad, y la necesidad de que estos vinos cumpliesen con los requisitos establecidos en el Estatuto

Para velar por su cumplimiento se creó el Servicio de Represión de Fraudes que tenia como misión la inspección, vigilancia y cumplimiento de todo lo relacionado con la producción, consumo y circulación de los vinos, mistelas y demás bebidas alcohólicas.

Con el objeto de dar servicios de formación a los vitivinicultores y favorecer la experimentación y la mejora de las prácticas vitícolas y enológicas se potenciaban y regulaban de forma detallada las funciones de las Estaciones Enológicas, creadas a finales del siglo XIX y que vieron en este Estatuto un reconocimiento de su labor. Se establecieron, para las estaciones, los laboratorios y campos de experimentación necesarios, en cada una de las catorce regiones vitícolas en las que se organiza el territorio nacional.

Denominaciones de Origen

El Estatuto estableció además un sistema de colaboración entre los distintos sectores de la vitivinicultura y los organismos del Estado por medio del Instituto Nacional del Vino, creado al efecto. Asimismo, definía también la Denominación de Origen como el nombre geográfico conocido en el mercado nacional o extranjero empleado para la designación de vinos típicos que respondían a unas características especiales de producción y a unos procedimientos de elaboración y crianza utilizados en la comarca o región de la que toman el nombre geográfico, pero, además, que toda su elaboración y crianza se haya realizado en la zona de producción de su nombre.

La norma decretaba la protección como Denominaciones de Origen de los nombres geográficos siguientes: “Rioja, Jerez, Xerez o Sherry, Málaga, Tarragona, Priorato, Panadés, Alella, Alicante, Valencia, Utiel, Cheste, Valdepeñas, Cariñena, Rueda, Rivero, Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, Malvasía-Sitges, Noblejas, Conca de Barbará, Montilla, Moriles, Mancha, Manzanares, Toro, Rueda, Navarra, Martorell, Extremadura, Huelva, y Barcelona”.

Estos nombres geográficos, con la excepción de Cheste, Malvasía de Sitges, Noblejas, Manzanares, Martorell, Extremadura y Barcelona, algunos combinados o con modificaciones de terminología, siguen manteniendo en la actualidad el status de denominación de origen.

Situación actual

En España, los vinos y bebidas protegidos actualmente son ciento treinta y uno, correspondiendo 16 a bebidas espirituosas con Denominación Geográfica, 42 a Vinos de la Tierra, y 73 a vinos de calidad producidos en región determinada.

Actualmente, los sistemas de protección y calidad de los vinos, nacional, comunitario e internacional, se establecen bajo distintos niveles de protección, entre ellos las Denominaciones de Origen, bajo la figura de calidad diferenciada que se denomina: “vino de calidad producido en región determinada”. En España la mayoría de estos vinos son Denominaciones de Origen.

En España, la superficie de viñedo de los vinos de calidad producidos en regiones determinadas, vcprd, es de 680.472 hectáreas para la campaña 2005/2006, y el numero de viticultores inscritos de 169.106. El valor económico de la comercialización asciende a 2.831 millones de euros para un total de vino comercializado de 11millones de Hl. El volumen de vino para la exportación asciende a 4.759.014 Hl. y alcanza un valor económico de 1.198 millones de Euros.

Las veintiún Denominaciones de Origen históricas cuentan con una superficie de viñedo de 473.773 hectáreas, lo que supone, respecto a la de los vcprd, casi el 70%; y sus viticultores, 102.924, representan el 61%.

Globalmente el volumen de facturación de la industria del vino en España es de 4.963 millones de euros, ocupando a 22.862 personas. Hay 4.109 empresas y 4.547 establecimientos.

Según el Informe de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), de marzo de 2007, sobre la coyuntura mundial, España ocupa una posición privilegiada, ya que es líder en superficie vitivinícola, “el primer viñedo del mundo”, con 1.174.000 hectáreas, lo que representa un 14,8% de la superficie total de producción existente en el mundo (7.924.000 hectáreas).

España es el tercer exportador de vino del mundo, con unos 14 millones de Hl. Este volumen representa un 17% del total en el mundo, por detrás de Italia y de Francia. La suma de las exportaciones de estos tres países líderes supone más de la mitad de las exportaciones mundiales (un 55%), lo que indica la importancia de nuestro país el contexto internacional.

Según datos de Aduanas, las exportaciones de vino de España han aumentado durante los primeros siete meses de 2007, un 12% en valor, y un 8% en volumen, hasta 975,6 millones de euros y 863,2 millones de litros, respectivamente. Este crecimiento se debe a la evolución positiva en general, destacándose el mantenimiento en volumen de los vinos con denominación de origen que se produjo el año anterior, pero sobre todo a su crecimiento en valor un 8%, hasta 511 millones de euros.

Elena Espinosa destaca su prestigio

En el acto de celebración del 75 Aniversario de las Denominaciones de Origen de vinos de España la ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación ha destacado el reconocimiento en todo el mundo de las Denominaciones de Origen de vinos de España.

  • La Ministra ha señalado que hoy existen 131 Denominaciones de Calidad Diferenciada en Vinos y Bebidas Espirituosas de origen vitivinícola.
  • Elena Espinosa manifestó que las Denominaciones de Origen de vinos de España constituyen un valioso patrimonio de los productores y elaboradores, que gozan de un prestigio reconocido en todo el mundo, en el acto de celebración del 75 Aniversario de las Denominaciones de Origen de vino de España.

En su intervención, Elena Espinosa destacó que el MAPA estará apoyando siempre al sector, continuando ese extraordinario proyecto que se puso en marcha el 13 de septiembre de 1932, con grandes dosis de ilusión, voluntad y decisión política.

La Ministra ha hecho un repaso histórico y ha añadido que la propuesta más importante fue definir las Denominaciones de Origen como “los nombres geográficos conocidos en el mercado nacional o extranjero, y que sean empleados para la designación de vinos típicos que respondan a unas características especiales de producción y a unos procedimientos de elaboración y crianza utilizados en la comarca o región de la que toman el nombre geográfico”.

También, Elena Espinosa ha recordado que así se establecieron las normas de producción, elaboración y contra el fraude, potenciando las Estaciones Enológicas y creando la figura de los Consejos reguladores, y el Instituto Nacional del Vino., todo ello, con el fin de mejorar la calidad.

A partir de su publicación, ha continuado, se inició un largo camino de adaptaciones a las nuevas circunstancias históricas, económicas o administrativas que se fueron sucediendo. La Ministra ha indicado que primero fue el perfeccionamiento del sistema y su apertura a otros productos alimentarios, a través de la conocida Ley 25/70, que establece de manera muy precisa el concepto de calidad diferenciada.

Además, ha indicado que esta Ley crea el Instituto Nacional de Denominaciones de Origen (INDO), que tuvo un papel esencial en orientar, coordinar, promover el reconocimiento de Denominaciones, velar por su prestigio y colaborar en la formación y conservación del catastro vitícola y vinícola.

Las Estaciones Enológicas

Por otro lado, la Ministra ha subrayado el importante papel, en todo el proceso, de las Estaciones Enológicas, que han cumplido sus funciones de análisis, investigación, asesoramiento y formación.

También, Elena Espinosa ha repasado el laborioso doble proceso de transferencia de competencias a las Comunidades Autónomas y de integración en la Comunidad Económica Europea, con una adaptación plena de las figuras de protección emanadas de la misma.

Por otro lado, la Ministra ha subrayado que España ha tenido una participación muy significativa en la Organización Internacional de la Viña y el Vino. Además, ha recordado que el pasado año se celebró en Logroño el XXIX Congreso Mundial de la Viña y el Vino y la cuarta Asamblea General de la OIV, con el lema “La Vid y el Vino: cultura, diversidad, innovación y empresa”.

Con toda esta revisión, Elena Espinosa ha indicado que hoy son 73 los Vinos de Calidad Producidos en Regiones Determinadas (VCPRD) de los que la mayor parte son Denominaciones de Origen. Además, de las Denominaciones de “Vinos de la Tierra” y las Denominaciones Geográficas de Bebidas Espirituosas, alcanzando una cifra total de 131 Denominaciones.

También, la Ministra ha informado de que los vinos de VCPRD, representan prácticamente el 62 por ciento de la superficie total de viñedo para transformación, habiendo, doblado ese porcentaje en los últimos 23 años.

Datos de consumo

En cuanto al consumo, y según datos del panel de Consumo Alimentario del MAPA, la Ministra ha señalado que si bien se ha producido un descenso del consumo del vino en España, no ha ocurrido lo mismo con los vinos de calidad, que ha crecido de manera continua en los últimos 20 años.

Además, Elena Espinosa ha manifestado que el Gobierno de España, a través del MAPA, ha diseñado la denominada “Estategia 2010”, que pretende situar a España como líder del sector del vino a nivel mundial. Su base fundamental, ha añadido, es la acción de todos los agentes que operan en el sector para ser competitivos y así vender más y mejor.

Para terminar, la Ministra ha querido mostrar su agradecimiento y felicitación para todos los representantes de Consejos Reguladores, especialmente a los 20 “históricos”, que representan a 21 Denominaciones, y también para las Estaciones Enológicas.