El tipo de grasa ingerida predispone a un mayor riesgo de obesidad

Nutriguia-Agencias, 28 de Enero de 2006

Un estudio realizado por la investigadora de la Universidad de Navarra Patricia Pérez Matute concluye que el tipo de grasa ingerida resulta determinante en el desarrollo o prevención de la obesidad. El trabajo, fruto de una tesis doctoral, ha sido distinguido con el “Premio del Centro de Información de Cerveza y Salud I” que otorga la Real Academia de Doctores de España.

La tesis, que forma parte de la línea especial de investigación “Nutrición, Salud y Obesidad” del departamento de Fisiología y Nutrición de la Facultad de Farmacia, señala que no todas las grasas de la dieta afectan de igual manera al organismo ni todas hacen engordar de la misma forma a los individuos que las ingieren. En este sentido, la investigación se ha basado en el conocimiento de que la ingesta de grasas saturadas (como las presentes en bollería o embutidos), parece inducir el desarrollo de obesidad, mientras que los ácidos grasos poliinsaturados de la familia de los Omega-3 (pescado azul como el salmón y atún) parecen prevenir y mejorar tanto la obesidad como la resistencia insulínica.

Descartar efectos secundarios

Para el desarrollo del estudio, el primer objetivo fue determinar los efectos de varios ácidos grasos de la dieta sobre la producción de una hormona (leptina) producida por células de la grasa (adipocitos) que está implicada en el control del peso corporal. También se estudiaron las acciones de la administración oral en ratas de uno de los ácidos grasos Omega-3 de la dieta, el llamado EPA.

A pesar de los resultados obtenidos, Patricia Pérez Matute advierte que antes de incluir determinados ingredientes en los alimentos por considerarlos beneficiosos para la salud, «se deben realizar un gran número de estudios en humanos para descartar posibles efectos secundarios derivados de la ingesta de dichas sustancias».

En 2004, la revista Clinical Science distinguió la investigación de una parte de su estudio, titulado Papel de la grasa de la dieta en la regulación de la leptina y otros genes implicados en el control del peso, durante un congreso internacional que tuvo lugar en Brighton (Inglaterra).