Cinco consejos básicos para “novatos” en catas de vino

  • El agua y el vino son dos buenos aliados para mantener el paladar limpio y evitar que se sature
  • Gracias al olfato podemos determinar tres tipos de aroma, los propios de la uva, los que se extraen tras la fermentación y durante la crianza

A menudo se tiende a pensar que las catas de vinos son solo para profesionales de la enología por la cantidad de conocimientos que se tienen que tener del mundo del vino. Pero nada más lejos de la realidad. El arte de disfrutar de un buen vino está en saber qué es lo que se está consumiendo y poder apreciarlo en una copa.

Nutriguia, Junio 2018

Por eso, junto a Vinoloa, empresa dedicada a la distribución de vino con marcas propias, hemos seleccionado cinco consejos para que puedas disfrutar de una buena cata como un auténtico sommelier rodeado de tus seres queridos.

1. Analiza primero su apariencia

Una vez servida una pequeña cantidad de la bebida, recuerda que es una cata y no es necesario llenarla entera, sujétala por el tallo o la base de la copa para no calentar el zumo e inclínala unos 45° sobre un fondo blanco como una hoja de papel. En caso de no tener la hoja de papel, también podéis poner la copa sobre la palma de la mano, ya que se apreciará el color del vino de igual forma.

El color del vino va a ser uno de los aspectos a tener en cuenta porque nos dará una idea aproximada de su edad. Cuanto más rubí o cereza y brillante sea la bebida, más joven será. Por al contrario cuanto más granate o teja tirando a anaranjado se refleje, estará más envejecido.

En los casos en los que no se lea lo que está en el trozo de papel o sea muy difícil, la bebida tendrá una capa alta mientras que si se aprecian las palabras, será un vino de capa baja.

Gracias a la vista también podemos determinar la densidad del vino, cuanta más tenga, mayor concentración de alcohol habrá. Para descubrirlo solo es necesario mover el vino lentamente por la copa y se verán sus lágrimas: a menor velocidad, mayor densidad.

2. El olfato, imprescindible

Sin agitar el vino, introducimos la nariz en el interior de la copa y olemos. De esta manera, se podrán apreciar los aromas primarios que son los propios de la uva de naturaleza vegetal o frutal.

Una vez extraídos, se degustarán los secundarios y, más tarde, los terciarios.

En este momento es necesario agitar la copa ligeramente para que el vino entre en contacto con el oxígeno y desprenda un mayor aroma originados tras la fermentación tanto alcohólica como maloláctica, que suelen ser más pronunciados en vinos jóvenes.

Para los últimos aromas conocidos como bouquet es importante agitar con más energía. Estos olores son más complicados de determinar porque surgen durante la crianza y se organizan en familias como animal, vegetal, torrefactos o frutos secos, entre otros.

Para poder apreciar los aromas suaves y frescos una opción es el vino Pericles con aromas que recuerdan a frutos del bosque y regaliz que dan paso a los aromas de su fase de crianza: vainilla especias y torrefactos.

» Un consejo de Vinoloa, es que adelantéis la cata olfativa a la visual, ya que el color del vino se mantendrá durante toda la cata, mientras que los aromas se van modificando según se va oxigenando el vino.

3. Envinar el paladar

Hasta dos horas antes de probar la bebida se recomienda no ingerir alimentos excesivamente condimentados, no fumar, no haber comido chicles o alimentos con hierbabuena o menta para que la boca este lo menos contaminada posible y se puedan apreciar las virtudes del vino.

El primer sorbo de un de vino siempre se va a utilizar para calibrar la saliva del paladar mientras que será el segundo el que analice, realmente, los sabores.

4. Es importante la copa que utilices

Las copas que utilices para la cata de los vinos te ayudarán a tener un mejor análisis en las etapas visuales, aromática y gustativa.

La mejor opción son las de cristal en lugar de las de vidrio porque permiten ver el color de bebida y con una longitud del tallo suficiente para que no se caliente mientras se sigue observando.

5. Tus mejores aliados: el agua y el pan

Entre cada cata es muy importante beber agua y comer pan. Gracias a estos sencillos alimentos se ayuda a limpiar el paladar y evitar que se sature para poder apreciar todos los elementos que conforman el vino.

El tipo de agua recomendada es natural, ya sea embotellada, filtrada o de manantial. En cuanto al pan es importante que sea blanco pues es el que cuenta con menos sabor.