Maridaje de la cerveza

La cerveza es la mejor compañera para las ensaladas aliñadas con vinagre, así como para cualquier plato dominado por este tipo de aliño, como por ejemplo los salpicones. Descubre otras oportunas sugerencias para que le saques el máximo partido al hecho de acompañar tus comidas con una cerveza.

Déjate guiar…

El mundo de la gastronomía encierra un sinfín de matices, de percepciones, de aromas y de gustos. Tantos, que es difícil hablar con exactitud del maridaje, de la unión íntima y armónica entre dos elementos. Pero más allá de esta definición enciclopédica, se esconde el verdadero sentido del placer de la degustación gastronómica: la combinación perfecta que permita saborear y disfrutar con los cinco sentidos tanto la bebida como la comida.

No existen reglas, ni explicaciones científicas, ni razonamientos técnicos que expliquen por qué muchas combinaciones pueden ser gloriosos puntos de encuentro entre el placer de comer y el placer de beber. Sin embargo, y aún atendiendo a la norma más sencilla y tradicional, que es la de dejarse llevar por la intuición y el gusto personal de cada uno, en estas líneas se recogen algunas sugerencias que ayudarán a descubrir los maridajes de la cerveza.

Puntos de encuentro

Aunque como ya se ha indicado, no existen explicaciones científicas ni razonamientos exactos en el encuentro de los maridajes de la cerveza y la gastronomía, las investigaciones realizadas apuntan una serie de conclusiones coherentes y hasta con cierta “lógica” gastronómica. En líneas generales, se podrían destacar las siguientes conclusiones:

Los Ácidos

  • La cerveza encuentra aquí maridajes de gran interés gastronómico, puesto que es precisamente en este terreno donde muchos vinos no tienen nada que hacer. Cualquier plato aliñado con vinagre altera y desvirtúa muchos caldos, y tan sólo algunos blancos fermentados en barrica o jereces son capaces de aguantar la agresión que nos produce en el paladar este ingrediente.
  • La cerveza combina muy bien con los escabeches, tanto en el terreno de las carnes como de los pescados. Esto se debe a la fuerza ácida del vinagre que encuentra en la cerveza el equilibrio perfecto.
  • La cerveza también combina estupendamente con los platos en los que abunde el tomate, debido a la acidez del mismo. Esto se traduce en maridajes muy interesantes como con los pistos, los guisos con tomate, el pan con tomate, las cazuelas….
  • Ciertos componentes ácidos de las verduras dejan en la boca aromas y sabores que deforman los de cualquier otra bebida alcohólica que no sea la cerveza. Así pues, nos encontramos aquí con una gran variedad de combinaciones posibles entre la cerveza y muchas verduras que, por otra parte, son incompatibles con otras bebidas.
  • Igualmente, platos que se aliñen con mostaza, salsa ácida y agresiva, combinan con gran armonía con la cerveza.

Los Picantes y muy Especiados

  • La cerveza es la contraposición perfecta a la sensación del picante.
  • Los platos picantes y muy especiados producen en la boca cierto “agobio” que no admite fácilmente cualquier bebida alcohólica. La cerveza en cambio alivia esa sensación. Es la contraposición ideal y refrescante a la sensación del picante.
  • Es difícil encontrar bebidas alcohólicas que aguanten la agresión del ajo y el pimentón; sin embargo, la cerveza destaca precisamente por ser buena compañera de este tipo de platos. Por eso, la cerveza es la elección perfecta para acompañar el chorizo, por ejemplo.
  • Siguiendo esta misma argumentación, la cerveza encuentra buenos maridajes en los platos condimentados con guindilla, chile, pimienta, y con los que se llevan especias de aromas intensos (cilantro, jengibre…). Destaca pues el excelente maridaje de la cerveza con la cocina mexicana y con muchos platos de nuestra gastronomía.

Los platos Agridulces

  • La cocina oriental (japonesa) encuentra en la cerveza un maridaje perfecto, debido a las salsas con las que bañan sus platos (sushi, sashimi), en los que abunda la soja y la salsa wasabi picante.
  • También las mostazas y salsas ketchup combinan bien con las cervezas por la fuerza sápida de estos ingredientes. Esta explicación obliga a recomendar acompañar platos como las hamburguesas con cerveza.

Ahumados y Marinados

  • Perfecta compañera para los ahumados y marinados por el contrapunto de su sabor.
  • Tanto en carnes como en pescados, los ahumados (sabor acentuado por el humo) encuentran en la cerveza el contrapunto perfecto. Esto explica el maridaje de la cerveza y muchos embutidos, las salchichas y los pescados ahumados.
  • La cerveza también destaca como compañera de los pescados marinados por el contrapunto de su sabor.

Las Grasas

  • Las cervezas suaves y frescas “limpian” la boca de la fina capa grasienta de la que quedan recubiertas las papilas gustativas cuando se ingieren platos grasos.
  • Muchos platos grasos necesitan de la cerveza para “limpiar” el paladar: ciertas carnes, embutidos, pescados azules, fritos…
  • Ciertas teorías gastronómicas bastante extendidas afirman que los huevos servidos con la yema líquida (fritos, escalfados, pasados por agua…) recubren la boca con una capa grasa que llega a “taponar” las papilas gustativas de la lengua, lo que impide captar sabores de bebidas de aromas complejos, como el vino. Sin embargo, esto no sucede con cervezas suaves y frescas que limpian la boca.
  • Por la misma razón, la cerveza es una buena opción para acompañar los platos fritos que tienen mucha grasa.
  • Igualmente, destaca el maridaje de la cerveza con los pescados azules, muy grasos de intensos sabores que encuentran en la cerveza el contrapunto refrescante.
  • Coincide que los quesos que mejor se prestan al maridaje con las cervezas son los que presentan una mayor cantidad de materia grasa, una textura cortante y una clara tendencia a la acidez en el sabor.

Los sabores Amargos

  • Las verduras de sabores amargos, como las endibias, escarolas, berenjenas… se ven equilibradas con el sabor intenso de las cervezas con cuerpo. Incluso la cerveza es la única bebida capaz de hacer frente a los toques metálicos de las alcachofas sin que se vea transformado su sabor.

Platos con Chocolate

  • Cualquier plato que lleve chocolate en su salsa (perdices y codornices o la cocina mexicana) encuentra en la cerveza un excelente compañero. El persistentes que ocupan los órganos gustativos y el exceso de alcohol molesta en la boca cuando aún está ocupada por sus perfumes.
  • La cerveza también tiene un espacio en el universo goloso. Buena prueba de ello es la deliciosa combinación de los postres de intenso sabor a chocolate con la cerveza negra y su delicado gusto a regaliz y frutos secos.

Las Brasas

  • Los sabores tostados de las carnes a la plancha armonizan perfectamente con las cervezas de cuerpo medio.

Cerveza como ingrediente

  • Todos aquellos platos que se cocinen con cerveza pueden combinarse perfectamente con cerveza, pues sus sabores se verán complementados.

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